Las autoridades colombianas responsabilizaron ayer a la guerrilla de las FARC de dos ataques con explosivos contra el segundo oleoducto más importante del país y de la muerte de cuatro militares que cayeron en un campo minado en el sur de la nación.

El primer ataque contra el oleoducto Caño-Limón Coveñas se produjo el martes por la tarde en el municipio de Teorama, unos 430 kilómetros al noreste de Bogotá, dijo por teléfono a la Associated Press Julio César Silva, secretario de gobierno de Norte de Santander.

“Según el ejército, en la acción de Teorama al parecer fueron las FARC”, indicó el funcionario oficial.

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Unos 20 operarios de la empresa estatal Ecopetrol fueron enviados a la zona para evaluar los daños. Diez personas afectadas, principalmente por el humo, fueron atendidas, pero ninguna de ellas presentaba riesgo.

Más tarde, en la localidad de Tibú, también en Norte de Santander y 465 kilómetros al noreste de la capital colombiana, hubo otra voladura del oleoducto, informó el alcalde Gustavo Becerra.

En tanto, cuatro militares murieron y otros tres resultaron heridos en un incidente registrado en una zona rural de El Caguán, en el departamento del Caquetá. Las circunstancias son investigadas, dijo una fuente castrense. (I)