Las autoridades seguían con atención la trayectoria del huracán Carlos a medida que avanzaba hacia el mar pasando por aldeas pesqueras, puertos y centros turísticos en la costa suroccidental de México.

Funcionarios de Protección Civil en el estado de Michoacán, al que se acercaba la tormenta luego de pasar por la costa de Guerrero, anunciaron lluvias intensas y posibles granizadas, así como olas de hasta 4,5 metros de altura.

Hacia el norte, en Jalisco, las autoridades inspeccionaban la zona costera donde está el centro turístico de Puerto Vallarta, donde se pronosticaban lluvias, pero los puertos, aeropuertos y escuelas seguían abiertos.

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En las primeras horas del martes, el centro de Carlos se encontraba 190 kilómetros (120 millas) al oeste-suroeste del puerto de Lázaro Cárdenas, con vientos máximos sostenidos de 120 kph (75 mph), dijo el Centro Nacional de Huracanes en Miami. Se desplazaba al oeste-noroeste a 9 kph (6 mph).

Durante el fin de semana, las fuertes olas desatadas por Carlos dañaron algunos barcos y arrastraron pequeñas cabañas de palma en Acapulco, mientras que los fuertes vientos derribaron árboles y carteles publicitarios. No se registraron grandes daños ni muertos.

En tanto, el centro de la tormenta tropical Bill, con ráfagas de hasta 85 km por hora, tocó ayer tierra en la costa de Texas, en la isla de MataGorda, acompañada de intensas lluvias, informó el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU.(I)