Durante un operativo realizado la mañana de ayer en el aeropuerto de la isla San Cristóbal, en Galápagos, se identificaron seis bultos que contenían en total 10.852 pepinos de mar (262,8 kilogramos), los cuales se presume habían sido capturados para su comercialización.

Las autoridades detectaron que el cargamento no contaba con una guía de remisión, por lo que guardaparques y miembros de la Policía Nacional lo inspeccionaron.

Al parecer, la carga tenía como destino Guayaquil. Tras investigaciones se logró identificar a tres personas quienes serían las remitentes del cargamento que iba a ser enviado, según lo que se determinó, a un solo destinatario.

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Los bultos fueron trasladados a la Unidad Técnica San Cristóbal, de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), donde se pesó cada cartón, luego de lo cual se procedió a establecer específicamente a la especie que pertenecen y las cuales son la Isostichopus fuscus e Isostichopus horrens.

Carlos Ortega, director de la Unidad Técnica San Cristóbal, informó que en el operativo participaron cuatro guardaparques e igual número de uniformados de la Policía Nacional.

El Ministerio del Ambiente, a través de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, iniciará las investigaciones “para determinar y sancionar a los responsables de este posible delito ambiental que atenta contra los derechos de la naturaleza consagrados en la Constitución”, se indicó en un boletín enviado por la entidad.

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La última pesquería del pepino de mar que se permitió de manera legal en la Reserva Marina de Galápagos se realizó en el año 2011.

El pepino de mar es una de las especies protegidas en la Reserva Marina de Galápagos y actualmente se encuentra en periodo de veda de manera indefinida, esto como parte de los mecanismos implementados por la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), que tienen como finalidad la conservación y protección de estos especímenes, así como también de su hábitat. (I)