La tripulación del avión Solar Impulse II está revisando con atención los partes meteorológicos de cara a encontrar una "ventana" que le permita despegar de Japón con rumbo a Hawai, la siguiente parada de su ruta alrededor del mundo.

En los últimos mensajes del equipo publicados en la red social Twitter se explica que el alerón del avión -que funciona exclusivamente con energía solar- ya ha sido reparado después de la leve avería que sufrió al aterrizar en Nagoya (centro de Japón).

Por su parte, los suizos Andre Borschberg y Bertrand Piccard, que se han turnado a los mandos de la aeronave desde que se inició su periplo el pasado 9 de marzo en Abu Dabi (Emiratos rabes Unidos), explicaron que el equipo detrás del proyecto está "discutiendo estrategias para atravesar dos frentes fríos" en el Océano Pacífico.

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El pasado 1 de junio el avión, que había despegado desde la ciudad china de Nankín el día anterior, se vio obligada a modificar su travesía hasta Hawai y a desviarse a Nagoya por las malas condiciones meteorológicas.

La travesía sobre el Pacífico es considerada la etapa más difícil del recorrido del avión por la inestabilidad meteorológica en ese océano y la enorme distancia del vuelo, que supera a la suma de los seis trayectos anteriores y supondría un nuevo récord de distancia para la aeronave.

El Solar Impulse II, que se alimenta con más de 17.000 células solares, afronta el reto de completar la vuelta al mundo en 12 etapas, que han incluido hasta el momento escalas en Mascate (Omán), Ahmedabad y Benarés (India), Mandalay (Birmania), Chongqing y Nankín, y en las que ha recorrido más de 6.000 kilómetros. (I)