De cada 100 muestras que llegan al Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi) para determinar si dan positivo para chikungunya, 70 son confirmatorios, según Mary Regato, del centro nacional de referencia del dengue y otros vectores, unidad del Inspi.

El Instituto aplica dos técnicas. Una para muestras de hasta cinco días en la que se detecta el genoma chikungunya. La otra es la prueba serológica para “detectar anticuerpos” en contra del virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti, el mismo vector del dengue.

Eduardo Jurado, colega de Regato, explicó que la función de los reactivos es “destruir toda la envoltura del virus, o de cualquier célula, y extraer el material genético, en este caso ARN, ácido ribonucleico”.

Publicidad

Aunque el Inspi prevé proyectarse en la búsqueda de una cura de la chikungunya, según su director, Santiago Apunte, la prioridad es controlar a los vectores. “Esos temas nos darán los ciclos biológicos de la familia de los vectores y eso es la base para contener la enfermedad, la transmisión”, comentó.

A nivel nacional hay 17.800 casos de chikungunya; en Guayas, 1.897, de acuerdo con la ministra Carina Vance, quien el miércoles pasado dijo que había 120 procesos legales en contra de habitantes por tener criaderos de mosquitos. La multa, indicó, equivalía a un salario básico, es decir, $ 354.

Apunte refirió que una investigación para hallar la cura del chikingunya supondría entre 10 y 20 años. “Es bastante complicado obtener una molécula, porque necesitamos primero saber la geotipificación del mosquito, cuáles son los circulantes que hay en el país, cuáles son los que existen, cuáles son los de mayor prevalencia por zona, ver temas de altitud, o el mismo Aedes eagypti, que es una familia de varios subtipos”, comentó y admitió el supuesto poco interés de las farmacéuticas para hallar una cura. (I)