"¡Vamos chicos! ¡Uno, dos, tres, cuatro!", estas frases destapan un frenesí de energía y de acrobacias, que a un ritmo musical compulsivo mantienen nerviosos a los espectadores, atentos a los saltos y maromas ejecutados como si se tratase de unos pájaros. No son trapecistas de un circo, pero su valentía en el escenario no dejan de asombrar a quienes ya los conocen. Son 36 jóvenes los que integran el equipo élite de cheerleaders de la Espol, que entrena en el campus Prosperina. Un grupo de campeones, como lo destaca la entrenadora de este combinado, Mariuxi Yagual, fundadora de este proyecto que ya tiene 16 años de vida institucional y que ha ganado todos los campeonatos nacionales desde el 2002, año en que se disputó el primer torneo de este deporte de recreación.

Mariuxi, presidenta de la Asociación de Gimnasia del Guayas, fue campeona nacional en ese deporte e integró el equipo que ganó la medalla de bronce en los Juegos Bolivarianos de 1995 en Bolivia. Con ese currículum las autoridades del centro de estudios le encargaron crear un equipo de cheerleaders.

De su mano este equipo ha competido por siete ocasiones en EE.UU. Seis veces en el mundial de esta disciplina, en Orlando. Y una ocasión, en el 2014, en un torneo en Las Vegas, donde obtuvieron el primer lugar. En los mundiales que han disputado con potencias como Estados Unidos o Canadá han logrado situarse en posiciones importantes. En el 2011 se subieron al podio en el tercer puesto. En este año también compitieron, pero solo alcanzaron el sexto puesto. Ella cree que si hubiera un apoyo gubernamental los títulos serían varios. Por ahora, la Espol los ayuda con equipos para entrenar, seguros y un monto económico.

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"Hay que tener disciplina en esto, para poder rendir en todo. Esto no es fácil", comenta Noemí Montero, de 19 años. Ella ingresó al equipo cuando tenía 14 años y se desempeña en el grupo como flyer (quien hace piruetas en el aire al ser lanzada por sus compañeros). Montero ahora es estudiante de la Espol en la carrera de Ingeniería de Auditoría. Añade que son muchos los sacrificios que tienen que hacer para mantener el ritmo, sobre todo a la hora de viajar. Cada uno se costea su viaje y estadía, la cifra bordea los $ 2.000. Por ello el equipo realiza bingos o ventas de alimentos y dulces.

De los 36, la mayoría son politécnicos. Según Yagual, un 30 % no pertenece a la institución. Esta cuota consta como parte del programa de vinculación con la comunidad. Con el fin de sumar refuerzos para el Mundial 2016, la semana pasada concluyó el proceso interno de audiciones, mientras el martes anterior empezó la etapa de selección, que dura hasta mañana (viernes) para quienes no son politécnicos, pero tienen cualidades para desarrollarse en este deporte de riesgo y disciplina. (D)

"Este es mi quinto año de competir en Estados Unidos. Nosotros estamos al nivel de otros países".EDDY RUIZ, 25 años Negocios Internacionales