El temblor que causó la explosión de un tanque de gas en las calles Loja e Imbabura, en el Centro Histórico de Quito, el lunes pasado, hizo pensar a los moradores del sector que se trataba de un fuerte terremoto.

Ocurrió aproximadamente a las 19:00 al interior de una pequeña vivienda que era habitada, desde hace poco tiempo, por una pareja de recién casados, ambos de 20 años. Los dos resultaron con quemaduras de segundo grado y fueron llevados al hospital Eugenio Espejo, donde ayer se encontraban estables.

La onda expansiva también destruyó el techo y parte de la pared de la pequeña habitación que este martes tuvo que ser destruida completamente por trabajadores de la zona Centro del Municipio de Quito.

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Nancy Coronel, propietaria de una tienda en el sector, contó que tras el estruendo salió a la calle y escuchó que desde el interior de la casa una mujer pedía auxilio. “Por suerte la cubierta (de la casa) cayó sobre el tanque de gas y eso evitó una explosión mayor”.

Los vecinos de la calle Loja rompieron las puertas y lograron rescatar a las personas afectadas. También echaron agua a la casa hasta que llegaron los bomberos a asegurar la zona del siniestro.

Alexandra Ortega, técnica de riesgos del Distrito Metropolitano, dio a conocer que las casas aledañas a la de la explosión tuvieron una afectación de un 30%, que no representaba un riesgos para la integridad de su habitantes.

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“El inicio de este accidente fue la mala instalación del sistema de gas. Fue una válvula artesanal mal colocada y la manguera no era la adecuada”, señaló Ortega.

El lunes en Ambato también se produjo una explosión presumiblemente por acumulación de gas doméstico. Esto causó la muerte de una mujer de 90 años y heridas a cuatro más, además de daños en al menos nueve viviendas. (I)