Tras meses de espera, los familiares de las 150 personas fallecidas por el impacto del avión de Germanwings en los Alpes franceses en marzo finalmente podrán empezar a enterrar a sus seres queridos, luego de que la empresa matriz de la aerolínea comenzó a repatriar los restos de las víctimas.

Lufhtansa preparó ayer el envío de féretros con los restos de 44 víctimas desde Marsella, Francia, hacia Düsseldorf, Alemania, destino final programado del vuelo 9525 que partió desde Barcelona el 24 de marzo. En su lugar, el copiloto, Andreas Lubitz, impactó de manera deliberada la aeronave sobre las montañas, según autoridades.

El regreso de los cuerpos se ha demorado tanto tiempo debido, en parte, a errores que invalidaron los certificados de defunción.

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Se espera que entre 300 y 400 familiares de las víctimas acudan mañana a una reunión a puerta cerrada en un centro de conferencias del Ministerio de Exteriores en París. (I)