“Cómo votar si faltan 43”. La frase está pintada sobre la fachada del Municipio de Iguala, del estado mexicano de Guerrero. Un recordatorio de los familiares y amigos de los 43 estudiantes desaparecidos hace ocho meses, quienes se oponen a que se realicen en esta localidad las elecciones intermedias que se dan hoy en el país por falta de seguridad y desconfianza en los candidatos.

Más de 83 millones de mexicanos están convocados a las urnas para elegir 1.996 cargos públicos, entre ellos 500 diputados federales y los gobernadores de nueve estados (Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora).

Una jornada electoral que se ve amenazada por el anuncio de boicot en varios estados como Guerrero, donde la violencia del narcotráfico ya es un fenómeno generalizado, o en Oaxaca, donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, un grupo disidente del sindicato magisterial, exige que se derogue una reforma educativa nacional.

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Los dos meses de campaña estuvieron marcados por denuncias de corrupción, muerte, amenazas y violencia. Algunos analistas señalaron que ha sido la más convulsionada de las dos últimas décadas: 16 aspirantes y dirigentes políticos fueron asesinados y una veintena de candidatos abandonaron la carrera por temor a correr la misma suerte. Varios partidos ni siquiera optaron por presentar postulantes en las regiones más conflictivas.

El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, manifestó que México se juega su “futuro democrático” en estas elecciones, que considera las más complejas del país por las amenazas de boicot en Guerrero y Oaxaca, y la inseguridad en gran parte de la geografía nacional. También son claves para la segunda mitad del mandato de Enrique Peña Nieto, un presidente muy elogiado por sus reformas pero desgastado por la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala a manos de autoridades corruptas y miembros del crimen organizado.

Legisladores opositores de izquierda y de derecha llamaron el pasado lunes al presidente a detallar todas sus propiedades, tras el reporte divulgado de la agencia Reuters de que el mandatario habría declarado información incorrecta sobre las circunstancias en las que obtuvo una propiedad en Valle Bravo, cercano a Ciudad de México.

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Según Reuters, expertos legales y dos exfuncionarios que estuvieron encargados de supervisar a los servidores públicos mexicanos, dijeron que era inexacta la afirmación de la oficina presidencial acerca de que el terreno fue una donación del padre del mandatario porque un documento al que tuvo acceso esta agencia cita a Peña Nieto como el único comprador.

Pese al nuevo escándalo y el descontento ciudadano, las encuestas indican que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto mantendrá la mayoría relativa en la Cámara de Diputados, donde tiene 214 escaños.

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Un sondeo de la empresa GEA-ISA señaló que el partido oficialista obtendría el 27% de los votos en las elecciones para renovar los 500 asientos de la Cámara de Diputados, por encima del conservador Partido Acción Nacional o PAN, que tendría el 21% de las preferencias. Eso, a pesar de que en el mismo estudio de opinión, el 67% de los entrevistados dijo estar insatisfecho con el funcionamiento de la democracia y expresó desconfianza en los partidos políticos.

Otros dos sondeos también tienen porcentajes favorables al PRI. Para Luis Carlos Ugalde, analista político y expresidente del órgano electoral federal, esto significa que hay “muchos mexicanos que creen en el PRI, significa que la situación macroeconómica tiene a muchos con buen ánimo, significa que las cosas van más o menos bien para un segmento de la población”. La economía creció 2,5% en el primer trimestre de 2015, por arriba del 2,1% que promedió en 2014, aunque aún por debajo de la proyección oficial de al menos 3,2% para el cierre de este año.

En opinión del experto en procesos políticos Víctor Alarcón, la campaña “ha sido muy pobre en cuanto a propuestas” y no ha logrado despertar el interés de los ciudadanos, salvo en casos muy puntuales. Entre ellos está el de Nuevo León, el estado más importante en disputa por su tamaño y riqueza, donde por primera vez un candidato independiente, Jaime Rodríguez, el Bronco, puede convertirse en gobernador y propinar un golpe al PRI. (I)