Curiosidad y asombro genera entre varios mantenses el hecho que en los últimos días se observa una imagen rojiza a lo largo de los ríos Burro y Manta y que se nota aún más sobre las desembocaduras de estos afluentes.

Cecilia Franco indicó que este hecho llama la atención porque es un poco raro que ambos ríos, que se unen bajo el puente que conecta a Tarqui con el centro de Manta, tengan una coloración rojiza.

Para las autoridades de la Empresa Pública de Aguas de Manta (EPAM), el color rojizo sobre ambos no es más que el resultado de la ubicación de bacterias sulfurosas ubicadas por técnicos de esta empresa en la laguna de oxidación de esta urbe y cuyo tratamiento busca minimizar o eliminar los procesos de descomposición y estabilización de la materia orgánica.

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Paúl Macías, jefe del área de medio ambiente de la EPAM, indicó que el ubicar bacterias sulfurosas no afecta al ecosistema ni a ninguna forma de vida marina.

“Existe en la actualidad una sobrepoblación de bacterias sulfurosas, que se generan por el proceso de pesquería que hay en la ciudad, y cuyas aguas llegan a las lagunas de oxidación”, relató Macías.

José Espinoza, gerente de la EPAM, realizó esta mañana una visita con otros funcionarios a lo largo del cauce sobre el río Burro y anunció que se logró desconectar 100 conexiones que en forma clandestina evacuaban los residuos directamente sobre este y el río Muerto. (I)