El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo estar más tranquilo luego que el Vaticano aceptara cambiar el lugar donde el papa Francisco tiene previsto ofrecer, el 6 de julio próximo, una misa campal en la ciudad costera de Guayaquil, ya que el sitio original no presentaba las debidas garantías de seguridad.

"Qué bueno que se arregló este problema, porque en verdad estábamos muy preocupados, muy estresados" ante la posibilidad de que la misa se realice en las inmediaciones del Santuario de la Divina Misericordia, el lugar escogido en principio por el Vaticano, pero que no presentaba las suficientes garantías de seguridad, señaló Correa en su habitual informe de los sábados.

El Vaticano, tras conocer las preocupaciones de seguridad de las autoridades ecuatorianas, aceptó que la homilía se celebre en el parque Los Samanes, un área intervenida que ofrece las garantías necesarias, según Correa.

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"Ahí si podemos garantizar total seguridad para los 1,2 millones de personas que asistirán a la misa del papa Francisco", remarcó el mandatario.

"Gracias a Dios, a la Divina Misericordia, al Santo padre, todo ha resultado bastante bien y esperamos con los brazos abiertos, con mucha esperanza, con mucha alegría al papa Francisco", señaló Correa.

La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) había indicado en un principio de que el deseo del pontífice era celebrar la misa en los alrededores del Santuario de la Divina Misericordia y que había que reforzar las medidas de seguridad.

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No obstante, el viernes pasado, la Conferencia Episcopal confirmó que la misa del papa en Guayaquil se celebraría, finalmente, en el parque Los Samanes.

El papa Francisco, sin embargo, efectuará una "breve visita" al Santuario de la Divina Misericordia antes de desplazarse al lugar de la misa, indicó la CEE.

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"La decisión del papa Francisco de oficiar la misa en Los Samanes la ha tomado para favorecer la máxima participación de los fieles", escribió el viernes el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, en su cuenta de Twitter, en la que agregó que "Guayaquil estará inmensamente feliz con la decisión del pastor de la Iglesia católica".

Al margen de este cambio del lugar de la celebración eucarística, el programa del papa en Guayaquil incluye un almuerzo en el colegio Javier con los jesuitas, orden a la que él pertenece y con el séquito papal.

El papa estará en Ecuador del 5 al 8 de julio y tendrá un apretado programa en las ciudades de Quito y Guayaquil, con dos misas multitudinarias y una decena de actividades entre encuentros y reuniones con representantes de diferentes sectores, visitas, discursos y almuerzos.

Tras Ecuador, el pontífice, de 78 años, viajará a Bolivia, segunda etapa de una gira que lo llevará posteriormente a Paraguay, donde culminará su segunda visita a Latinoamérica desde que fue elegido papa, en marzo de 2013.(I)

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