El mal tiempo durante el largo fin de semana feriado puso a prueba los procedimientos de alerta y evacuación del gobierno en Texas, mientras las autoridades luchaban por hacer frente a las tormentas e inundaciones históricas que dejaron más de una docena de muertos y otros tantos desaparecidos.

Los equipos de rescate tenían previsto reanudar el miércoles la búsqueda de 11 personas que llevan tres días desaparecidas en la pequeña localidad turística de Wimberley, donde el río Blanco, por lo general tranquilo, sufrió espectaculares crecidas.

En Houston, donde cayeron casi 30 centímetros (1 pie) de lluvia, que sumergieron carreteras y causaron que cientos de conductores quedaran atrapados en sus vehículos, dos personas que ayudaban en las tareas de rescate estaban desaparecidas luego de que su bote volcara, dijo la alcaldesa, Annise Parker.

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Al menos 17 personas murieron por las tormentas en Texas y Oklahoma durante el fin de semana en que se recuerda a los caídos en las guerras.

Las autoridades defendieron sus sistemas de advertencias a los vecinos antes de que comenzaran las tormentas, que incluyeron alertas por teléfono y en persona, pero admitieron que llegar a los turistas había sido un desafío y que un sistema de mensajes en Houston aún necesita mejoras.

"Nadie decía 'Salgan, salgan, salgan''', dijo Brenda Morton, de Wimberley. "Estamos bastante entrenados, así que íbamos calculando. Conocíamos el umbral de inundaciones. La gente que estaba de visita o tenía viviendas de verano, las visitas de fuera de la ciudad, no lo saben. No saben cuál es ese instante", señaló.

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Morton vive tres casas más allá de una vivienda vacacional que según las autoridades fue arrancada de sus cimientos por un muro de agua el domingo por la mañana con ocho personas en el interior, entre las que había tres niños de 6 y 4 años. La casa se estrelló contra un puente río abajo.

Las inundaciones afectaron a casi toda la ciudad de Houston y paralizaron algunas áreas. Los bomberos hicieron más de 500 rescates de agua, la mayoría de conductores varados. Al menos 2.500 vehículos fueron abandonados por conductores que huyeron a terreno más alto, según las autoridades.

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Una portavoz en el distrito inundado en el Condado Harris, en el que se incluye Houston, dijo que al menos 700 hogares sostuvieron algún tipo de daño.

El miércoles siguió la lluvia en Houston, pero autoridades del condado señalaron que la nueva tormenta azotaba zonas distintas a las afectadas, pero podría causar problemas en ríos, arroyos y riveras cercanas.

Se derramaron más de 378.500 litros de aguas residuales (100.000 mil galones) de una planta de tratamiento de Houston que se vio inundada debido a un desborde en una pequeña laguna el martes. Se informó que el derrame fue contenido y no hay necesidad de hervir el agua de consumo, aunque sí recomendaron no nadar en la zona de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del Suroeste.

Además, las autoridades monitoreaban los niveles de una presa a unos 40 kilómetros (25 millas) al suroeste de Dallas, pues en caso de que la presa en el Lago Padera se desbordara, podría inundar con más de medio metro de agua la autopista 287.

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Abbott dijo que 46 condados de Texas han sido declarados zonas de desastre y el presidente Barack Obama le expresó a Abbott sus condolencias y anticipó que habrá solicitudes importantes de ayuda federal.

Las muertes incluyen a un sujeto cuyo cadáver fue sacado de la rivera del Río Blanco, un joven de 14 años que fue encontrado con su perro en una canaleta; un estudiante de último año de preparatoria que falleció el sábado cuando su auto quedó en medio de una corriente, y un hombre que murió cuando su casa rodante fue destruida por un tornado.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó entre 20 y 40% de probabilidades de tormentas eléctricas durante el resto de la semana en Houston y más tormentas en la región central de Texas.  (I)