El voto de los españoles, que impulsaron a los nuevos partidos que prometen luchar contra la crisis económica y la corrupción, obligará ahora a los políticos a tejer coaliciones a las que están poco habituados, señalaban el lunes los analistas.

A seis meses de las elecciones legislativas, el conservador Partido Popular, del jefe de gobierno Mariano Rajoy, sufrió el domingo un duro revés en las elecciones municipales y regionales sin que su adversario tradicional, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), coseche esos votos.

Entre ambos ya solo suman 52% de los votos, frente a 65% hace cuatro años. La irrupción de dos nuevas formaciones pusieron en entredicho una hegemonía del bipartidismo que se remonta a la llegada del PSOE al poder en 1982.

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Nacido en el 2014, Podemos, aliado de Syriza -el partido antiliberal que gobierna en Grecia- se impuso como tercera fuerza en una decena de las 13 regiones que el domingo renovaron sus parlamentos, prometiendo luchar contra las desigualdades y la corrupción.

Su rival de centro-derecha Ciudadanos reivindicó el tercer puesto en las municipales, a las que se presentaba por primera vez en todo el país.

Y en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, "plataformas ciudadanas" surgidas del movimiento de protesta social conocido como los 'indignados' están a las puertas del poder.

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A condición de conseguir formar coaliciones.

En Barcelona, Ada Colau, una militante contra los desahucios inmobiliarios, logró 11 de los 41 consejeros municipales, por delante del alcalde saliente, el independentista conservador Xavier Trias. Insuficiente para gobernar en solitario.

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"Evidentemente para buscar acuerdos priorizaremos encontrarnos con el Partido Socialista, con (los independentistas) Esquerra Republicana y con la (ultraizquierdista e independentista) CUP", declaró el lunes Colau. "Eso no quiere decir que no podemos hacer pactos puntuales en cuestiones prioritarias" con los partidos de derecha y centro-derecha, agregó.

Ahora Madrid, la plataforma de Manuela Carmena, una exjuez de izquierdas de 71 años, se quedó a un solo escaño de la candidata del Partido Popular, que gobierna la capital desde 1991. El lunes dio por sentado que obtendrá una alianza con el PSOE -que obtuvo nueve escaños- que le dará la mayoría absoluta para gobernar.

Anteriormente, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ya había asegurado que hará lo necesario para que haya "gobiernos progresistas".

"Estamos asistiendo a una evolución que es fascinante, que puede llegar a una reactualización del sistema político, en el sentido que sea más plural como la sociedad española es más diversa", consideró Narciso Michavila, del instituto de sondeos GAD3.

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Según un sondo reciente de Metroscopia, 76% de los españoles quiere que en las próximas legislativas el PP y el PSOE no sean los únicos partidos predominantes en la escena política y que compartan el protagonismo con otros partidos.

"La ciudadanía está preparada para esta nueva cultura política de negociación, pacto y acuerdo. Los que no están preparados aparentemente son los políticos", comenta José Juan Toharia, director de Metroscopia.

En España, subraya el politólogo José Ignacio Torreblanca, el partido más votado considera que tiene derecho a gobernar, incluso si no dispone de mayoría absoluta.

E incluso a las formaciones emergentes parece costarle adoptar el nuevo sistema de pactos.

Así, oficialmente, Podemos solo aspira a la victoria en las legislativas de finales de año. "Asumimos el desafío de ganar las elecciones al Partido Popular", lanzó el lunes su líder, Pablo Iglesias.

Por su parte Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, afirmó el lunes que "en España se han acabado las mayorías absolutas prepotentes" e insistió en la necesidad de acuerdos entre partidos. Sin embargo, al mismo tiempo excluía que su partido participe en gobiernos que no encabece.

Andalucía, que celebró elecciones regionales el 22 de marzo, es un ejemplo interesante. La candidata socialista Susana Díaz ganó los comicios pero sin mayoría absoluta. Dos meses más tarde, dado que PP, Podemos y Ciudadanos le niegan su apoyo e incluso su abstención, todavía no ha sido elegida presidenta regional.

José Fernández-Albertos, del instituto de sondeos gubernamental CSIC, "no sería del todo descartable que en el panorama español haya alguna convocatoria nueva de elecciones en alguna comunidad autónoma, por la incapacidad de poder investir un nuevo gobierno".  (I)