‘Primero le dio a mi hijo de 21 años, luego a un tío de 81. Él estuvo dos días con fiebre, tenía problemas de presión. Fue con el doctor y le dio solo paracetamol y agua de limón y que no abuse por su presión. Ya no aguantaba caminar. Al segundo día mejoró, pidió de comer; lo dejé acostado a las 22:00 y a las 00:30 parece que se infartó. Fue el 25 de abril. Lo llevamos al hospital pero fue imposible. Antes de esta pandemia (sic) fumigaban de tres a cuatro días a la semana, pero de nada sirvió porque igual hay moscos. En mi familia la han tenido cinco personas. Cuando lo estábamos velando me dio a mí’. (I)