Alto en azúcar, bajo en sal, no contiene grasa, dice el etiquetado de una gaseosa negra. Alto en sal, alto en grasa, bajo en azúcar, está en el de un snack. Ambos productos son parte del piqueo de media mañana de Martha M., de 39 años.

La mujer, que tiene 80 libras de sobrepeso, afirma que está dejando de a poco este tipo de alimentos, porque hace cinco meses le detectaron hipertensión, elevación persistente de la presión arterial por encima de los valores normales (120/80), según el Ministerio de Salud.

Este es uno de los problemas de salud pública en el país y a nivel mundial. Justamente hoy se recuerda el Día Mundial de la Hipertensión.

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Las principales causas de muerte son los accidentes cerebrovasculares, diabetes mellitus y enfermedades coronarias, donde todas tienen de base la hipertensión arterial, sostiene Ernesto Peñaherrera, jefe del servicio de cardiología del hospital Luis Vernaza.

“Si nosotros sacamos el factor de riesgo -la hipertensión- seguramente evitaríamos el 34% de los accidentes cerebrovasculares, el 20% de infarto de miocardio y cerca del 60% de la insuficiencia cardiaca”, indica.

El etiquetado del semáforo en los productos, el control en bares escolares, la promoción de prácticas alimentarias saludables en planteles y centros de salud, la inclusión de la hora diaria de ejercicio en los escolares son acciones que el Ministerio de Salud ha tomado para mejorar el estilo de vida, prevenir el sobrepeso y, a largo plazo, enfermedades crónicas como la hipertensión.

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Estas medidas funcionan, pero -asegura Peñaherrera- hace falta capacitar a los médicos de la atención primaria, especialmente de otros cantones y zonas rurales, en cómo diagnosticar y tratar este mal.

Con estas acciones, él estima que en 20 años se podría disminuir la llegada a diálisis por insuficiencia renal, producida por hipertensión arterial, así como reducir las cifras de enfermedades cardiovasculares.

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La Coordinación Zonal 8 de Salud, que comprende a Guayaquil, Durán y Samborondón, no contestó a este Diario sobre el tiempo en que se tomaría reducir este tipo de enfermedades con las políticas actuales.

Martha es una de las 18.503 personas que han sido diagnosticadas con hipertensión entre enero y abril de este año, en la Zona 8 de Salud. En el 2014, la cifra fue de 64.534 pacientes.

En el hospital Luis Vernaza se atienden a unos 35 mil pacientes al año en el área de cardiología. El 70% son hipertensos.

La hipertensión es un signo de alerta que indica que son necesarios cambios urgentes y significativos en el modo de vida, sostiene Peñaherrera.

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“Cuando la presión es alta y sostenida puede dañar el riñón y llevar a la insuficiencia renal, romper la principal arteria del cuerpo, que es la aorta. Es un factor de riesgo que muchas veces es silenciosos y que se necesita un control estricto”, señala José Llorente, cardiólogo del hospital del IESS Teodoro Maldonado Carbo.

En el servicio de cardiología se atendieron a 7.883 pacientes con este mal en el 2012; a 14.155, en el 2013; y a 21.130, el año pasado. Esto muestra un incremento de casos, pero para el especialista este aumento se da por los diagnósticos tempranos que se realizan. Para él, las campañas de prevención han funcionado para que el paciente acuda al centro de salud.

Bajar el índice es muy difícil, afirma, porque existe un 90% de prevalencia genética. “Puede que al controlar los diversos factores de riesgos (sedentarismo, mala alimentación, tabaquismo) disminuya la incidencia, pero si ya tengo la herencia igual me va dar, lo que hace es darme más tarde”, asegura.

Esta enfermedad se presenta a partir de los 40 años, generalmente, pero si tiene antecedentes familiares se recomienda tomarse la presión cada mes y hacerse controles desde los 30.

A los 70 años, el 70% de las personas son hipertensos por el proceso del envejecimiento normal de las arterias. El tratamiento no solo es bajar la presión con pastilla, su riesgo disminuye una vez que se modifican sus factores de riesgo.

Uno de los agentes de riesgo es el sobrepeso. En Ecuador, la prevalencia de esto y la obesidad se registra en 8,6% para niños menores de 5 años, en 30% en población escolar (5-11 años), en 26% en adolescentes (12-19 años) y en 63% en la población adulta entre 19 y 60 años, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.

La Organización Mundial de la Salud pronostica una crisis de obesidad para finales del 2030, en Europa. (I)

Apuntes
Estadísticas

En el país
En la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) se indica que más de un tercio de la población mayor a 10 años (3’187.665) es prehipertensa y 717.529 personas de 10 a 59 años padece de hipertensión.

A nivel mundial
Según la Organización Mundial de la Salud, las complicaciones de la hipertensión causan anualmente 9,4 millones de muertes.