Actualizado a las 19:19

El presidente de Francia François Hollande demandó el lunes que Estados Unidos levante las sanciones contra Cuba y se entrevistó con el expresidente Fidel Castro y con su hermano y actual mandatario Raúl Castro, en la primera visita de un mandatario galo a la isla.

La visita se produce casi seis meses después de que La Habana y Washington comenzaran un proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas tras cinco décadas de ruptura, aunque aún se mantienen las sanciones impuestas por Estados Unidos presionando por un cambio de modelo en la nación caribeña.

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Durante una conferencia en la Universidad de La Habana, Hollande sostuvo que su viaje ocurre "en un contexto particularmente importante pero todavía inseguro y Francia hará todo lo que pueda para acompañar ese proceso... y ayudar a levantar medidas que perjudicaron mucho a la isla".

Agregó que espera que "puedan ser por fin anuladas, suprimidas y que cada país siga siendo respetado en su identidad".

François Hollande abogó para que las dos naciones no solo amplíen sus vínculos bilaterales, sino que asuman un mayor liderazgo en el contexto internacional, en vista a la influencia que tienen en sus respectivos continentes.

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"Quiero que podamos superar juntos nuevas etapas, que podamos hablar de nuestros países pero también de Europa y de América Latina", manifestó Hollande en una conferencia ante estudiantes de la Universidad de La Habana y acompañado por el "número dos" del Gobierno cubano, Miguel Díaz-Canel.

Para Hollande, primer jefe de Estado francés que visita la isla, la relación entre Francia y Cuba se inscribe en un "marco mundial", ya que ambos "tienen influencia en sus respectivos continentes", Europa y América, algo que deben aprovechar para estar "a la vanguardia de los retos y desafíos" del mundo actual.

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"Venir a Cuba es venir a un país que representó para América Latina una forma de expresión, de reivindicación de la dignidad y de la independencia. Esto explica que desempeñe un papel importante en muchísimas mediaciones y favorezca la paz", subrayó Hollande, quien destacó el rol de la isla en los diálogos de paz de Colombia.

En su primera aparición pública en La Habana, el presidente brindó el apoyo de su país a la mayor de las Antillas para que se supriman "esas medidas que tanto perjudicaron a Cuba", en referencia al embargo que Estados Unidos mantiene desde 1962 y que asfixia la debilitada economía cubana.

"Todo lo que pueda hacer Francia para permitir que se tomen nuevas decisiones, que se confirme esa apertura, que esas medidas que tanto perjudicaron a Cuba puedan por fin anularse para que cada país sea respetado con su propia identidad. Esto es lo que tenemos que hacer", precisó.

Esta visita se produce en pleno deshielo entre Cuba y EE.UU. y en un momento en que la isla y la Unión Europea (UE) han decidido acelerar sus negociaciones para un acuerdo de diálogo político y cooperación, proceso de Hollande también ha venido a reforzar "como presidente de uno de los países fundadores" del bloque comunitario.

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"Cuando regrese, en las reuniones europeas, contaré lo que ha sido este viaje, lo que espera el pueblo cubano y lo que Europa puede hacer para acompañar a Cuba y favorecer los cambios que se están produciendo aquí", aseguró Hollande, que es además el primer mandatario de la UE que visita la isla en casi tres décadas.

En su visita a Cuba, integrada dentro de una gira por el Caribe que ya le ha llevado a las Antillas francesas y que culminará mañana en Haití, Hollande viaja acompañado de una amplia delegación integrada por varios ministros, parlamentarios, representantes de instituciones culturales y académicas y directivos de importantes compañías galas interesadas en Cuba.

En medio del proceso de apertura económica y de captación de inversión foránea que está promoviendo el Gobierno de Raúl Castro, Francia quiere intensificar sus intercambios comerciales con la isla, que en 2014 se cifraron en 180 millones de euros, algo inferior a la del año anterior y alejada de los flujos que mantiene con otros socios europeos como España, Holanda o Italia.

Además de potenciar los vínculos económicos, la visita de Hollande también busca fomentar los intercambios culturales, académicos y científicos, y con ese fin se firmaron hoy cuatro convenios de colaboración entre universidades y centros de investigación de Francia y Cuba.

Según estos acuerdos quedaron vinculados centros como la Universidad de La Habana con las universidades Paris-Sud, Paris 1 y con el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de Francia; el Instituto Pasteur con el Instituto Finlay y el Centro de Ingeniería Médica y Biotecnología de Cuba con los Laboratorios franceses Aviva.

Además de estos convenios, el presidente francés destacó la intención de su país de duplicar las becas para que alumnos cubanos puedan estudiar doctorados y maestrías en Francia, además de acordar el reconocimiento mutuo de los diplomas de cada país.

Hollande también inauguró la nueva sede de la Alianza Francesa en La Habana, institución en la que estudian unos 12.000 alumnos, la cifra más alta del mundo en proporción a la población.

En la primera visita de un presidente francés a Cuba, Hollande condecoró al cardenal cubano Jaime Ortega, cuya mediación permitió la liberación de presos políticos.

El mandatario francés rompió el protocolo al caminar por calles de La Habana y estrechar la mano con muchos cubanos que se acercaron a saludarlo, durante su visita de un día a la isla, en el marco de una gira por el Caribe. (I)