La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó nuevamente su calificación más baja a Cuba y Venezuela por serias violaciones de estos derechos, lo que Caracas denunció como una decisión política.

La “lista negra”, como se conoce al capítulo IV del informe anual de la CIDH, se dio a conocer el pasado jueves, mientras que los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela, y Raúl Castro, de Cuba, participan en Rusia, junto con otros mandatarios, en los actos previstos para celebrar el 70º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la II Guerra Mundial.

En Venezuela, que figura en este apartado desde el 2005, la CIDH encontró “restricciones legales y administrativas que afectan el goce y disfrute de los derechos humanos”.

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Según la CIDH, las violentas protestas antigubernamentales que dejaron 43 muertos a inicios del 2014 dan cuenta de un “clima de hostilidad” hacia opositores políticos y defensores de derechos humanos que ha llevado al debilitamiento de las instituciones democráticas en Venezuela. Respecto a Cuba, que consta desde 1984, la CIDH volvió a señalar “las restricciones a los derechos políticos, a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento, la falta de elecciones, la falta de independencia del poder judicial y las restricciones al derecho de residencia y de tránsito”.

La embajadora alterna de Venezuela, Carmen Velásquez, refutó la nota que obtuvo su país, cuestionando la autonomía de la Comisión y denunciando que la estadística “no aguanta un análisis científico”. Agregó que es un “lobby” de gobiernos y manejos de carácter político para excluir a otros países y mantener a Venezuela y Cuba en el Capítulo IV. (I)

13 años lleva Venezuela impidiendo el ingreso de la CIDH al país.