Con 10 años de edad y cinco meses de embarazo, una niña violada por su padrastro aguarda a dar a luz internada con otras madres igual de pequeñas, luego de que las máximas autoridades de Paraguay rechazaran que se interrumpa su estado pese a la presión internacional.

El caso conmocionó al mundo con pedidos de varias organizaciones humanitarias que insisten que la vida de la pequeña, que mide 1,39 m y pesaba 34 kg al comienzo de la gestación, corre peligro. También expuso el drama de miles de menores de edad en este país donde sólo se permite el aborto terapéutico.

Sin embargo, el gobierno, la justicia, la Iglesia Católica y otros grupos civiles expresaron su rotundo rechazo a que la niña interrumpa el embarazo, aduciendo entre otras razones, el avanzado estado de gravidez.

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Los médicos afirman que la niña está bien y que el embarazo de momento es "normal". "No tiene dolores ni complicaciones", explicó a la AFP la médica especialista Dolores Castellanos, jefa del área Niñez y Adolescencia del hospital de la Cruz Roja en Asunción, donde está internada la víctima de violación.

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Castellanos la describió como un chica "menudita", simpática, conversadora: "Tiene 1,39 de estatura y subió de peso. De 34 está llegando a los 40 kilos", agregó la doctora encargada por el propio Ministerio de Salud paraguayo de supervisar a diario la evolución de este caso.

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No obstante, advierte sobre el riesgo por el bajo peso y la presión alta, "como el de todas las que conciben en forma precoz".

"Ya tuvimos otras experiencias. El año pasado dio a luz una niña de 10 años que concibió a los nueve. La violó su abuelastro. Evolucionó bien", aseguró.

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La menor está compartiendo una sección reservada para niñas-madres con otras cinco adolescentes, de 13, 14 y 16 años que esperan o ya tuvieron su bebé.

"Ella es la más pequeña", apuntó Castellanos quien ordenó una dieta especial con proteínas, hierro, calcio, mucho líquido y actividad normal dentro del Hogar de Madres de la Cruz Roja.

"Cada día dos niñas de entre 10 y 14 años dan a luz" en Paraguay, denunció recientemente la agencia de protección a la infancia de la ONU, Unicef.

Los números oficiales reportan además que 20.000 adolescentes de más de 16 años dieron a luz en 2014, en su mayoría madres solteras que luego es casi imposible que retomen la escolaridad.

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Incluso esta semana el caso de la joven -que el próximo 25 de mayo cumplirá 11 años- desató un amplio debate en las cámaras de Senadores y de Diputados, que pidieron informes al Ministerio Público. Y los partidos minoritarios de izquierda aprovecharon para reclamar la despenalización del aborto, una ley archivada.

Pero el ministro de Salud Antonio Barrios, exmédico de cabecera del presidente de Paraguay Horacio Cartes, no quiere más discusión.

"El embarazo no será interrumpido. Lo del aborto ya lo hemos descartado por completo", enfatizó.

La pequeña quedó al cuidado de los servicios públicos poco después de que el pasado 21 de abril su madre la llevara al médico preocupada por una sospecha de tumor en el estómago que resultó ser un bebé de 21 semanas de gestación.

La menor declaró que su padrastro, Gilberto Benítez Zárate (42), abusaba de ella.

El padrastro está prófugo y su madre está presa desde que a finales de abril se confirmara que fue cómplice del abuso sexual de su hija.

"Esta niña siempre estuvo en manos de ese señor porque la mujer salía a trabajar. Era empleada de la cantina en una escuela. El se encargaba de cuidarla. Asistía hasta a las reuniones de padres. Estaba a su merced", observó la fiscal Monalisa Muñoz.

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Pero a ella la han mantenido ajena al debate público de su propio drama. "No está permitido que vea la televisión", dijo otra fuente en el lugar.

Según Unicef, en América Latina y el Caribe se registra la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo.

En Uruguay, el caso reciente de una niña de 11 años embarazada de cuatro meses tras ser violada por un adulto, ha generado fuerte polémica en el país, donde el aborto está permitido dentro de las 12 primera semanas de gestación por la sola voluntad de la mujer, o de las 14 semanas en caso de violación.

Pero aquí es la propia niña la que se opone a abortar. (I)