El grupo Estado Islámico se atribuyó ayer la responsabilidad por el ataque del fin de semana en un recinto cercano a Dallas donde se realizaba un concurso de caricaturas de Mahoma, aunque no ofreció pruebas o ejemplos de su vínculo directo con los atacantes.

Una declaración por audio transmitida en la estación de radio Al Bayán del grupo extremista señala que “dos soldados del califato” cometieron el ataque del domingo en Garland y prometieron que el grupo llevaría a cabo más ataques.

El grupo no dio más detalles de su participación y se desconocía si trataba de aprovecharse del ataque en forma oportunista. Fue la primera ocasión en que los extremistas, que a menudo piden que se ataquen los intereses de Occidente, reivindican su responsabilidad por un atentado en Estados Unidos.

Publicidad

La declaración tampoco aclara si el grupo, que tiene bajo su poder una tercera parte del territorio de Siria e Irak, participó en el hecho o los dos hombres que lo cometieron habían jurado fidelidad al EI y lo cometieron por iniciativa propia.

El comunicado se leyó en la estación Al Bayán, con sede en la ciudad siria de Raqqa, llamada por el grupo la capital de su autodeclarado califato.

“Decimos a Estados Unidos que lo venidero será más penoso y amargo y verán más daños a ustedes por parte de los soldados del califato, con la voluntad de Dios”, dijo el mensaje.

Publicidad

Dos hombres que abrieron fuego contra el guardia de seguridad que resguardaba el sitio donde se realizaba el concurso murieron por los disparos de un policía fuera de servicio que estaba en el lugar.

Autoridades identificaron a los atacantes como Nadir Soofi y Elton Simpson.

Publicidad

Según la tradición musulmana, cualquier representación física del profeta Mahoma –aunque sea respetuosa– se considera blasfema, y dibujos similares a los que se mostraban en Texas han provocado actos de violencia en todo el mundo.

En Occidente se han registrado numerosos ataques en los que se cree que hubo participación del grupo extremista. En octubre se cometieron dos atentados en Canadá perpetrados por los llamados “lobos solitarios” inspirados por el EI.

En el 2010, las autoridades detuvieron a Elton Simpson. En el momento de ese arresto, el joven de Phoenix era objeto de una investigación por terrorismo iniciada cuatro años antes. Pero pese a las más de 1.500 horas de conversaciones grabadas, en las que Simpson hablaba de combatir a los infieles por Alá y de sus planes de colaborar con “hermanos” en Somalia, el gobierno solo lo acusó de un delito menor: mentir a un agente federal. Afrontó tres años de libertad condicional, $ 600 en multas y costas legales.

Simpson y Soofi llevaban chalecos antibalas y uno de ellos disparó al guardia de seguridad en una pierna. Un solo agente de la Policía de Garland derribó a los dos hombres armados, aunque policías de asalto que estaban cerca también les dispararon tras los primeros tiros. El guardia fue hospitalizado y dado de alta.(I)

Publicidad