En la presencia de Dios, todo está bien.

Orar por otros
Dios está presente en toda situación, de aquí que los retos que enfrentamos solo tienen el poder que les demos. Al orar por los demás, tengo presente esta verdad. Veo a mis seres queridos en presencia de la luz crística, sabiendo que la plenitud es su esencia verdadera.

Cada uno de nosotros es uno con el Espíritu. Hemos sido creados sanos y perfectos. Las riquezas del reino nos pertenecen porque somos expresiones divinas. Visualizo esta verdad para cada persona por quien oro, y la veo manifestada como salud, prosperidad y paz. Dios obra en mí, a mi alrededor y a través de mí. El amor es todo lo que existe y este crece a medida que oro por otros.

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Job 42:10
“Después que Job oró por sus amigos, Dios le devolvió su prosperidad anterior, y aun le dio dos veces más de lo que antes tenía”. (F)