Emma Quinde y Mery Plúas, madres de familia de la escuela fiscal Pedro Pablo Barrezueta de la comuna Daular, tienen la misma preocupación: el camino para acceder al plantel desde la carretera a la costa está en mal estado y por eso llegar al centro educativo es difícil.

Hoy empieza el año escolar en el régimen Costa y en dos sectores rurales de Guayaquil hay problemas con las vías de acceso más que con la infraestructura de los establecimientos educativos públicos.

Para entrar a Daular, en el kilómetro 33 de la vía a la costa, los habitantes utilizan un camino estrecho, polvoriento y lleno de huecos, que bordea el trasvase. Este, desde la inundación que sufrió la comunidad el 4 de abril pasado, se convirtió en la única vía de ingreso.

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Hay otras dos alternativas, pero las rutas sufrieron daños. En la primera, la corriente del río arrastró un tramo de puente y dañó un tubo de alcantarilla; mientras, en la segunda, hubo desmoronamientos de terreno, todo provocado por las lluvias.

Actualmente, la Prefectura del Guayas, el Municipio de Guayaquil y la concesionaria Interagua ejecutan trabajos en la zona, por lo que esos accesos están interrumpidos.

A Quinde, quien vive en la comuna, le preocupa las dificultades que los profesores de la escuela tendrán para ingresar. De los 10 maestros que hay en el establecimiento, siete provienen de Guayaquil y Playas y solo tres son de la población.

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“Aquí hay una cooperativa de autos y camionetas, pero los autitos se están dañando porque son bajos y por esos huecos que hay”, describe la mujer.

Una de las docentes, que pidió la reserva de su nombre, cuenta que la semana pasada esperó hasta una hora por un carro que la lleve de la carretera principal al poblado donde habitan unas 1.200 familias.

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“Por favor, el camino de acceso, no solamente por las clases, porque puede haber chicos enfermos, que por favor las autoridades nos ayuden”, expresa.

Plúas vive en una hacienda alejada de la comuna, por eso dice sentirse preocupada porque su hijo de primero de básica tendrá que movilizarse de acuerdo a las posibilidades que haya. La madre de familia refiere que cuando llueve, entrar por el camino pegado al trasvase se complica.

Más adelante de Daular, a la altura de Cerecita, está el ingreso al recinto Safando, un carretero de 10 kilómetros. Polvoriento, empedrado y con huecos es la única ruta para estudiantes y profesores de la escuela Zenovio Coronel.

El plantel fiscal tiene 10 maestros, uno del sector y el resto debe viajar de Cerecita, Playas y Guayaquil.

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Víctor Lainez, maestro y dirigente del poblado, dice que los choferes de camionetas que transportan a la gente del carretero principal hasta el recinto no salen hasta no llenar el vehículo, lo que causa retraso.

La Prefectura tiene programado el arreglo de la carretera. Como parte de los trabajos prevé elevar la rasante a 20 centímetros, pues el camino cruza una zona inundable. (I)

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Zona rural

Planteles
Según datos del Ministerio de Educación, en la zona rural de Guayaquil hay 64 establecimientos educativos públicos, mientras en la urbe son 508. En Samborondón hay 68 planteles, de los cuales 53 son rurales y 15 urbanos. Durán tiene 10 en el sector rural y 52 en el urbano. En total, la Zona 8 que abarca los tres cantones tiene 702 centros de estudio.