Robos de ropa en domicilios y de accesorios a vehículos parqueados, asaltos a plena luz del día, peleas estudiantiles y presencia de chamberos son entre otros, los problemas de inseguridad que afectan a los moradores de la ciudadela Ferroviaria.

Por ello, los vecinos reclaman la urgente presencia policial en este sector, en parte ubicado en una zona regenerada de Guayaquil y que incluso es destino turístico, por la presencia de una fuente luminosa y el parque lineal del Salado.

Como para recordar la ausencia policial, un viejo PAI (Puesto de Auxilio Inmediato) abandonado desde hace casi una década, sigue en pie, pero pintado con grafitis, desmantelado y convertido en guarida de delincuentes y baño público.

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“Hay gente que te roba en la calle y se esconde allí. Además, el patrullero tarda muchoen llegar desde las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) que están junto al colegio Vicente Rocafuerte o en la vecina ciudadela Bellavista”, dice Enrique Realpe, residente de la Ferroviaria desde hace quince años.

“A un local de hamburguesas le robaron y a mí me han sustraído los espejos y los tapacubos del auto enfrente de mi casa”, agrega.

Sobre el PAI abandonado señala que “está cerca a la fuente luminosa, considerada sitio turístico.

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A sus vecinos, los hermanos Marco, María Antonieta y Dilma Arellano, los ladrones visitaron el patio, de donde se robaron ropa y varias llaves de paso. Por ello piden la rehabilitación del retén policial y la instalación de cámaras ojos de águila.

“Antes la Ferroviaria era una isla de paz y la sola presencia del PAI disuadía a los delincuentes”, indica Marco, quien recalca que todo ha cambiado radicalmente, señalando que en Bellavista hay dos UPC. Además dicen que en época de clases los estudiantes de colegios cercanos beben, golpean a sus compañeros o se encuentran en situaciones indecorosas utilizando el uniforme. (I)

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Ataques de la delincuencia

Policías vestidos de civil fueron asaltados este año en una despensa de la ciudadela. Los ladrones huyeron en un auto, disparando a los policías.

Celulares son robados a los moradores cuando caminan por la calle y son abordados por una pareja armada que se moviliza en una motocicleta.

 

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