Quito-Cuenca
Un total de $ 7,1 millones depositados en cuentas bancarias de la cooperativa Coopera, de Cuenca, fueron bloqueados por las autoridades judiciales debido a que sus titulares –personas naturales y jurídicas– están involucrados en un juicio por lavado de activos.
Antes de que esta institución financiera pase a liquidación, los organismos de control detectaron irregularidades en las operaciones de varias exportadoras ecuatorianas e importadoras venezolanas, inscritas en el sistema Sucre. Al momento, dos funcionarios de la cooperativa están sentenciados a 4 años de reclusión y 13 compañías fueron disueltas.
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Mientras, otros involucrados, entre ellos tres venezolanos, están llamados a juicio.
El liquidador de Coopera, Diego Aguilar, indicó que el bloqueo a los $ 7,1 millones se dio solo contablemente, puesto que todo el dinero disponible fue usado para pagar a los cuentahorristas. Si en última instancia los jueces ordenan que ese monto sea devuelto a los titulares de las cuentas, deberá restituir el dinero de otros ingresos pendientes a favor de la cooperativa, señaló Aguilar.
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Según él, aún quedan por entregar $ 30,1 millones a 669 cuentahorristas.
Para la liquidación de los fondos se formaron cuatro grupos dependiendo del monto que tenían en la cooperativa. Los dos primeros, que correspondían a las personas que poseían menos fondos, ya recibieron el total de sus ahorros.
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Faltan 370 personas del tercer grupo, a las que se les debe un total de $ 3,4 millones. Los acreedores del cuarto grupo, en cambio, que suman 238, tienen pendiente el cobro de $ 19,5 millones. A estas se adhieren 61 personas jurídicas que tenían $7,2 millones en esta cooperativa.
No obstante, el liquidador tiene por recaudar apenas $ 12 millones para pagar esas deudas. De esos futuros ingresos, $ 8,5 millones corresponden a una cartera de crédito y $ 2 millones a otras cuentas por cobrar. Según el liquidador, esas deudas son de difícil cobro, por lo que contrató a una empresa especializada para hacerlo.
El resto de futuros ingresos corresponde a tres bienes inmuebles que están a nombre de la cooperativa y que están valorados por un total de $ 1,5 millones. Dos están en Naranjal y uno, en Taura.
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Los bienes de Naranjal no han podido ser vendidos porque sobre ellos pesa una hipoteca que, pese a que los juicios al respecto fueron declarados nulos, no han sido levantadas. El de Taura es un edificio que fue construido en un terreno que tiene problemas de herencia. (I)