El sonido de una explosión y la vibración del piso de la casa de Mariana Morán la hizo despertar asustada y salir corriendo afuera de su vivienda, en la 21 y 4 de Noviembre, en el suburbio de la ciudad.

Al salir junto con sus hijos observó que en la calle estaban varios vecinos asustados por el fuerte sismo, que se registró a las 06:19 de ayer, con una magnitud de 5,8 grados en la escala de Richter.

Al mirar hacia el cielo, Morán se percató de que uno de los cables de alta tensión se había desprendido y estaba cubierto en llamas. Antes escuchó una detonación. Esto provocó que el sector se quedara sin el servicio de energía por unos 34 minutos, según moradores.

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“Fueron dos remezones horribles. Aquí la gente salió, como hormiga estaban afuera. El cable se arrancó y salió harta candela, que cayó en los techos. Aquí todos nos asustamos”, contó la mujer.

Julio Morán, familiar de Mariana, que reside en ese barrio, manifestó que al momento del temblor lo primero que hizo fue encomendarse a Dios y tomar a sus hijos y salir de su casa.

Luego llamaron a la empresa Eléctrica de Guayaquil para que retire el cable que podía ocasionar algún accidente.

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La Eléctrica de Guayaquil indicó que por el movimiento telúrico se arrancó el hilo de guarda de la línea de subtransmisión a las 06:20.

Detalló que las subestaciones que resultaron afectadas fueron la de Puerto Lisa y Padre Canals, que proveen de energía eléctrica a sectores del suroeste de Guayaquil.

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Según la empresa, el servicio se restableció a las 06:54 y no se reportaron más emergencias relacionadas con el movimiento telúrico.

En cambio, en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, los visitantes vivieron segundos de tensión. El temblor remeció las puertas de vidrio, activó las alarmas de los carros e hizo que algunas personas salieran hacia los parqueaderos.

Diana Guerrero, del personal que pesa los equipajes de los pasajeros del aeropuerto, vivió esos instantes de susto.

En una dulcería, ubicada en el interior del aeropuerto, los peluches y confites se cayeron de las perchas; mientras que en la zona de preembarque, una lámpara se desprendió. Minutos después fue reparada.

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“La supervisora dijo que no nos movamos porque queríamos salir corriendo”, relató Karen Cuenca, empleada de la dulcería. (I)

Apuntes
En Pascuales

Tienda
El director técnico del ECU-911, Jorge de la Torre, indicó que en Pascuales, parroquia situada en las afueras de Guayaquil, el techo de una tienda se desprendió y se cayó. No hubo pérdidas humanas.

Lámpara
En otras zonas hubo reportes de tumbados que se movieron. En la U. Católica se deslizó una lámpara del tumbado.