A la voz de “No queremos tarjetas, paguemos en monedas”, decenas de ciudadanos se concentraron en los exteriores de la terminal terrestre Sumpa, del cantón Santa Elena.

Así protestaron contra el uso de las tarjetas electrónicas y el incremento de $ 0,25 a $ 0,31 en el pasaje de la transportación urbana, que rige desde hace 11 días. Por casi media hora estuvieron fuera de la terminal e ingresaron para ser atendidos por Fátima Paris, directora provincial de la Agencia Nacional de Tránsito.

Los ciudadanos se quejaron porque no pudieron utilizar los buses del Consorcio Integrado de Transporte Santa Elena (Citse), porque no tenían tarjetas. “No hay donde comprar, no nos quieren atender. No me puedo movilizar”, dijo Narcisa Flores, turista guayaquileña.

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Una delegación conformada por los dirigentes comunales, barriales y otras organizaciones sociales fueron atendidos, mientras los demás esperaban dentro de la terminal los resultados de la reunión.

Smelling Suárez, presidente de la Federación de Comunas de Santa Elena (Fedecomse), explicó que, según funcionarios de la ANT, el proyecto continuará. “No se aceptará el pago mixto”, dijo y acotó que se prometieron mejoras en el servicio de transportación pública.

Ante la negación al pedido, los manifestantes cerraron una vía aledaña a la terminal. Evitaron que vehículos, principalmente los del Citse, continúen con sus recorridos.

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Cerca de las 12:30, los protestantes, quienes quemaron las tarjetas electrónicas, se dirigieron a la salida de los buses que van hacia las comunidades y a Guayaquil. Ahí hubo forcejeos y empujones entre los manifestantes y los policías.

Uno de los choferes se quejó porque uno de los manifestantes rompió el parabrisas del bus que conducía. (I)