Con el lema ‘El amor es nuestra misión: La familia plenamente viva’, la Iglesia católica se prepara para el VIII Encuentro Mundial de las Familias que se llevará a cabo en Filadelfia, EE.UU., del 22 al 27 de septiembre.

La jornada acogerá a más de cinco mil familias, de las cuales doscientas serán ecuatorianas, según el número de inscripciones locales que se espera a través de la página web worldmeeting2015.org

El Encuentro Mundial de las Familias se realiza cada tres años y fue instituido por Juan Pablo II en 1994, el Año de la Familia. El evento está patrocinado por el Consejo Pontificio para la familia en Roma y la Arquidiócesis de Filadelfia.

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Se espera que el papa Francisco asista a Filadelfia los últimos días del evento (26 y 27), detalle que se puntualiza en la sección de registro del sitio web y donde se señala además que para asistir los dos últimos días no se necesita inscripción, pues serán abiertos al público.

Sin embargo, para el resto de días se encuentran a disposición, en el sitio web, diversos paquetes con valores que van desde $ 95 hasta $ 400 para adultos, y para niños, de 6 a 17 años, desde $ 25 hasta $ 199. Los precios varían según la fecha de compra y lo que incluye cada paquete como comida, kits, movilización en las cercanías del evento y otras facilidades. Ningún paquete abarca pasajes de avión ni hospedaje.

El mismo sitio brinda información sobre reservación en hoteles y otro tipo de registros.

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Las actividades del encuentro se desarrollarán a través de charlas y simposios, según diversas temáticas que involucran a la familia divididos entre padres e hijos, razón por lo que cada familia deberá prepararse con la catequesis antes del viaje.

“La familia es el núcleo de la sociedad, por eso la familia y el amor van de la mano”, expresa el padre Cléver Barzallo, quien junto a monseñor Giovanni Battista Piccioli, el padre Marcel Santana y cinco laicos forman parte de la comisión responsable de este evento en la Arquidiócesis de Guayaquil.

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Barzallo agrega que este encuentro es una preparación ante el Sínodo Extraordinario de la Familia, proyectado para octubre próximo.

Asimismo explica que cada parroquia en la ciudad está organizada para que las familias interesadas acudan a ellas por información. La comisión es la encargada de asesorar en la inscripción en el sitio web, adicional las familias necesitan una carta de su parroquia que avale su presencia.

“Con la catequesis, que está compuesta de diez temas, se deben preparar las familias que van a viajar y las diócesis también preparan a los que no van a viajar porque en septiembre se celebra en el mundo entero la Semana de la Familia”, explica el padre Cléver.

Sobre los pasajes y hospedaje, el religioso manifiesta que la Arquidiócesis de Guayaquil ha gestionado con una agencia de viajes en la ciudad para facilitar las reservas de pasajes y alojamiento. “Hay un paquete con recorrido y todo, se pidió la mejor opción para que los ayuden con los requisitos y reservas”, dice el padre.

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El trámite de las visas es para cada miembro de la familia, por lo que la carta se vuelve primordial para agilitar el proceso. (I)

‘Serán como unas vacaciones familiares de unión y mucha fe’
Gilberto Pino y su familia comparten la dicha y los preparativos de lo que será su viaje a Filadelfia, EE.UU. Gilberto, quien está a cargo de una firma de abogados, cuenta que la idea surgió en el 2012 luego de que él y su esposa asistieran a un encuentro con el papa Benedicto XVI en Milán, Italia.

“Fue maravilloso y en esta ocasión queremos ir con los chicos”, expresa su esposa, María Pía Florencia. Al volver de aquel encuentro, aseguran que las cosas se fueron dando, les solicitaron ofrecer sus servicios como organizadores del grupo pastoral familiar en el Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos (Celca). En esta labor ya llevan año y medio.

Dentro de la planificación, que empezó hace casi tres años, los Pino-Florencia decidieron postergar las vacaciones de este año para hacer un solo viaje en septiembre.

Asimismo, sus hijos: María Laura, de 21 años; Álvaro, de 14; Bruno, de 12; y Emzzo, de 10 años, han ido ahorrando para colaborar con los gastos. Para abaratar costos, Gilberto indica que alquilarán una casa flotante cerca a la sede del evento, pero costearán los paquetes de inscripción que se ofrecen en el sitio web organizador.

En cuanto a la preparación, ellos solicitaron la catequesis que contiene los temas para padres e hijos, que se tratarán en las charlas y ponencias durante los días de la reunión. “Nos adelantamos un poco y bajamos una parte de la catequesis del sitio web oficial del encuentro”, señala el padre y nombra el amor, la creación, la felicidad, la elección de la vida, la misión del amor, creando futuro, entre otros, como parte de los temas que irán desarrollando.

Consideran importante la inducción, puesto que antes de su viaje deberán transmitir estos conocimientos a otras familias de su congregado. “La Arquidiócesis nos pidió que hagamos esta catequesis como evangelización a los que vayan y a los que no vayan, es una manera de preparar porque estamos en el año de la familia”, expresa Gilberto.

Comentan que en estos días acogerán en su casa, en Torres del Salado, en al vía a la Costa, a los Walker, una familia argentina que planea llegar en una combi a Filadelfia.

“Mis hijos están entusiasmados y van a aportar con sus ahorros”
A los Martínez-Guevara, residentes de Valle Alto, en vía a la costa, los une su convicción y amor a Dios. Reunidos irradian alegría, sencillez, confianza y mucha unión, aquella que los motivó a organizarse hace más de un año para realizar juntos el viaje a Filadelfia. Esta sería la segunda ocasión que los cinco miembros de esta familia acuden a este tipo de encuentros. El primero fue en el 2013 a la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, Brasil, al que llegaron después de un largo viaje en autobús.

Aunque al principio Gina Guevara y Nelson Martínez pensaron en viajar solos, la experiencia de Brasil, que perdura en la mente de Andrea (16), Miguel (15) y Ángel (13), los animaron a ver la forma de acudir todos. “Fue algo inolvidable, porque conoces a otras personas con otras culturas que comparten tu misma fe”, expresa el menor de los hermanos.

“Ellos quieren repetir esta experiencia y solo con el bolsillo de papá no, entonces dijeron: vamos a aportar”, comenta Nelson, quien desempeña el cargo de vicepresidente de Celca, razón por la que siempre han estado él y su familia involucrados en este tipo de actividades.

Por esta razón, los dos menores, a lo largo del año lectivo se dedicaron a guardar lo obtenido de la venta de golosinas en sus colegios; actualmente lo recaudado llega a $ 200 cada uno. Andrea, en cambio, posee la suma de $ 500, producto del pago por trabajos de computación que realiza, y clases de matemáticas y otras materias que imparte de forma particular.

Entre las responsabilidades de este matrimonio están el impartir charlas en el grupo pastoral Matrimonios de la Misericordia y la administración de una casa de retiro de la Arquidiócesis, que se encuentra en Ayangue.

Su preparación a base de la catequesis ya está enrrumbada, asimismo se encuentran viendo la manera de organizar a otras familias que estén interesadas en viajar. “Lo primero que deben hacer es inscribirse en el sitio web, luego viene el trámite de la visa, la carta de la parroquia a la que pertenecen y el pago de la inscripción”, explica Nelson sobre los pasos por seguir para quienes estén interesados en asistir al encuentro. Ellos optarán por el paquete de inscripción de $ 350 adultos y $ 225 por cada hijo, adicional al precio de los pasajes que han cotizado en aproximadamente $ 800 por persona. Para el hospedaje aún están haciendo averiguaciones para conseguir un sitio que les resulte conveniente.

“Se busca representatividad, porque el tema no es solamente de una asistencia, sino también de una propuesta”, dice Nelson. (I)