“Me llevaron secuestrada, me taparon con un trapo la boca y luego me sentí mareada”. Es parte del relato de Joselyn J., quien denunció en la Fiscalía que fue víctima de un secuestro exprés tras abordar un taxi amarillo afuera de la terminal terrestre de Guayaquil.

La víctima contó que el hecho se produjo a las 18:30 del pasado domingo. Pidió al chofer que la llevara hasta su casa, pero en el camino paró la marcha y se subió un individuo. “Le pregunté que por qué paraba y sacó a relucir un arma de fuego por mi rodilla diciéndome con insultos que era un asalto. El otro sujeto también sacó un arma de fuego que tenía en su cintura, luego me llevaron secuestrada”.

Sin recordar cuánto tiempo estuvo con los individuos, la joven dijo que la dejaron abandonada en un parque, y presume que tocaron sus partes íntimas.

Publicidad

Los delincuentes se le llevaron $ 200, un cheque por cobrar de $ 177, cédula, certificado de votación y un celular.

Un robo similar sufrió Carlos T., a las 17:30 del pasado viernes, luego de subir a un taxi en las calles Esmeraldas y Alcedo, en el centro de Guayaquil.

El hombre contó que en el trayecto el taxista, al parecer, usó una sustancia que hizo que perdiera el conocimiento, y le robó $ 400 y un celular.

Publicidad

Luego se levantó en una clínica, donde le indicaron que había sido recogido por la Policía en las calles Francisco Segura y Quito, al sur de la urbe. (I)

Código
Penal

Publicidad

Artículo 189
La persona que use alguna sustancia que afecte la capacidad cognitiva, con el fin de someter a la víctima, será encarcelada de cinco a siete años.