Llegaron de diferentes sectores de Guayaquil. De todas las edades. Solos, en pareja o grupos familiares. Estaban en bicicletas básicas y profesionales, con trajes sencillos y otros equipados con la indumentaria propicia para ciclistas.

La Plaza del Centenario fue el sitio de encuentro. Allí se agruparon ayer cerca de 200 personas para celebrar el Día Mundial de la Bicicleta con una caravana. La ruta: 20 kilómetros por las calles céntricas de Guayaquil, Durán y los puentes de la isla Santay.

El ‘pedaleo’, organizado por la Prefectura, comenzó antes de las 10:00, con un intenso sol que cobijó a los guayaquileños desde temprano. Marcos Millan llegó con su papá (que tiene su mismo nombre) y sus dos hijos, Marc y Angeleta, a quienes enseñó el gusto por la bicicleta desde que tenían meses de nacidos.

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Juntos recorrieron la av. 9 de Octubre, el Malecón Simón Bolívar, la av. Pedro Menéndez, el puente de la Unidad Nacional hasta llegar a Durán, en el primer tramo de la ruta.

“Esto es bueno para la salud y el medioambiente”, aseguró Millan a su llegada al vecino cantón. Su padre, de 77 años, estaba con la piel enrojecida, pero contento porque no pensaba que terminaría la ruta.

La camiseta empapada de sudor representaba una satisfacción para Luis Aráuz, de 21 años, quien se involucró en el ciclismo hace ocho meses después de sufrir una lesión en una de las rodillas. “Mi bicicleta ahora es mi amiga”, señaló mientras tomaba un breve descanso para continuar el segundo tramo a Guayaquil, por los puentes peatonales de la isla Santay.

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El joven arribó acompañado de otros integrantes de una agrupación de ciclistas que los fines de semana organizan recorridos fuera de la urbe. El último que realizaron días atrás fue a Playas.

La actividad también animó a noveles ciclistas como Jorge Vaca y María Cristina Lizarzaburu. Ellos se enteraron de la actividad en las redes sociales. Practican ciclismo por el centro de Guayaquil, pero no habían recorrido más de 12 kilómetros. “Esto es una buena experiencia, llevamos cuatro meses en la actividad”, dijo Vaca.

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En el trayecto de retorno por la avenida Eloy Alfaro, Olmedo y Malecón, Jhandry Quinteros, de 45 años, fue uno de los que más atrajo la atención de choferes y transeúntes. El deportista anduvo en una bicicleta para dos personas, pero el puesto de su acompañante estaba vacío.

“Le dije a mi esposa que siempre me acompaña para venir, pero no quiso. La idea es que la gente viéndome sepa que la bicicleta se la puede disfrutar en familia, por eso la compré”, relató el hombre. La jornada culminó en el Malecón. (I)