"Que nos traiga paz", "que pida más libertades": los cubanos recibieron ayer con regocijo la noticia de que el papa Francisco analiza visitar la isla en septiembre, tras haber sido actor clave en el deshielo entre Estados Unidos y Cuba.

"La visita de un papa es siempre una bendición y la de este mucho más, porque fue el que hizo posible que Cuba y Estados Unidos se entendieran", declaró Esperanza Miranda, de 79 años, refiriéndose al papel del papa argentino en los contactos secretos que llevaron al proceso de reconciliación entre Estados Unidos y la isla comunista, anunciado en diciembre.

"Este papa es lo máximo, los santeros (que practican cultos de origen africano) también lo queremos", añadió la mujer, que vive de las propinas que le dan turistas por tomarse fotos con ella en La Habana Vieja.

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El Vaticano anunció ayer que el pontífice estudia visitar Cuba con ocasión de su viaje a Estados Unidos, en un claro apoyo al proceso de normalización entre ambos países.

"El santo padre está tomando en consideración la idea de realizar una etapa en Cuba con ocasión de su viaje a Estados Unidos", del 22 al 27 de septiembre, indicó en un comunicado el Vaticano.

Se trata, "por ahora, solo de un proyecto", precisó, no obstante, el portavoz del papa, padre Federico Lombardi.

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La noticia se propagó como pólvora entre los cubanos, pese a que no ha sido divulgada por los medios de la isla, bajo control del Estado. (I)