La Cámara Provincial de Azuay resolvió, la mañana del lunes, los problemas de límites que mantenía Camilo Ponce Enríquez con sus vecinos, en medio de la manifestación de moradores del sector que se instalaron afuera de la sede.

En la sesión se planteó que en la ley de creación de dicho cantón había contradicciones: el artículo 2 refiere que sus límites serán los mismos que tenía como parroquia, pero el siguiente da paso a una ampliación de territorio que abarca a Carmen de Pijilí, Zhagal y San Gerardo, que pertenecían a los cantones Santa Isabel, Cuenca y Pucará.

El alcalde de Santa Isabel, Rodrigo Quezada, indicó que en el veto a la norma que emitió el entonces presidente Sixto Durán-Ballén se indicaba que los límites de Camilo Ponce Enríquez debían ser los que mantuvo como parroquia. Por lo que mocionó que esto fuese ratificado por los presentes.

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Su planteamiento alcanzó 22 de los 24 votos de la Cámara Provincial del Azuay.

El alcalde de Ponce Enríquez, Manuel Salazar, y el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, votaron en contra.

En la calle, los moradores de Carmen de Pijilí bailaron cuando supieron que ahora pertenecerían al cantón Santa Isabel, mientras que los de Ponce Enríquez aseguraron que apelarán la decisión. “La Asamblea deberá darnos la razón”, dijo el alcalde Salazar.

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Los integrantes de la Cámara Provincial lamentaron que esa decisión haya tenido que tomarse con votación.

“Pero lamentablemente el alcalde de Ponce Enríquez se negó desde el principio a reconocer siquiera que existían conflictos limítrofes”, dijo la viceprefecta Cecilia Alvarado. (I)