La desaparición de Gaspard, un niño de 2 años, hijo de madre francesa y padre ecuatoriano, se viralizó en las redes sociales y llegó a involucrar la participación de organizaciones de derechos humanos, entidades gubernamentales, jueces, policía y hasta ciudadanos, que vertían sus posturas sobre este asunto familiar.

El caso cobró notoriedad cuando Arianaïs A., madre del pequeño, difundió en las redes sociales que su expareja había desaparecido con su hijo hace un mes sin su consentimiento. Ella había venido desde París para que Gaspard pasara un tiempo con la familia paterna en Guayaquil.

Pero Andrés B., padre del menor, quien presentó una demanda por la tenencia de su hijo, aseguró que esta situación empezó motivada por el deseo de brindar una mejor vida a su primogénito, “alejándolo de un estilo de vida que no comparte”, manifestó en una carta dirigida a EL UNIVERSO.

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Gaspard fue devuelto a su madre luego de un acuerdo. En la entrega del menor, que la realizó un abogado, no estuvieron el padre ni sus abuelos.

Situaciones como estas se replican entre padres y madres en el país, que se enfrentan en una batalla legal por obtener la custodia de sus hijos, en medio de procesos largos y desgastantes emocionalmente.

Farith Simon, especialista en derechos de los niños y vicedecano de Derecho de la Universidad San Francisco de Quito, dice que un detalle que no se ha analizado profundamente es el hecho de que Gaspard es un niño residente en Francia, bajo cuyas leyes la custodia le corresponde a la madre, originaria de esa nación.

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“De acuerdo a la Convención de la Haya sobre aspectos civiles de niños que resuelve los problemas transnacionales cuando no hay acuerdo entre los progenitores, sobre la tenencia o cuidado, el juez competente para resolver ese tema es el juez del lugar de residencia del niño”, sostiene Simon.

La excepción para esta regla, agrega, es que el niño haya estado en amenaza de violación de sus derechos o en riesgo, y en ese caso se puede pedir la medida de protección del juez donde el niño se encuentre.

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En procesos en los que uno de los progenitores no resida en el mismo país que su hijo, la primera opción, sostiene Simon, es llegar a un acuerdo entre ambas partes que genere una respuesta adecuada para la vida del niño, considerando el aspecto transnacional.

“El aspecto transnacional es fundamental en este caso, por lo tanto hay un convenio que es la Convención de la Haya, sobre el aspecto civil de los niños, que regula los aspectos vinculados a la visita internacional, es decir que el convenio permite que se regule a través de las autoridades de cada país, las visitas en el extranjero del niño”, expone.

Un acuerdo es la figura que ahora, Arianaïs y Andrés, están tratando de manera privada.

Cristian Castelblanco, representante de Andrés B., indica que están en un proceso de mediación. “El diálogo se está desarrollando con total transparencia entre las partes y espero que con el esfuerzo de estas se superen las diferencias y se den por terminados todos los procesos judiciales”. 

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Visitante
La diseñadora gráfica Arianaïs A. visitó por primera vez Ecuador hace 10 años para un intercambio que realizó con una amiga en la Universidad Casa Grande de Guayaquil.

El encanto del país la convenció de regresar en dos ocasiones más para recorrerlo y en el 2012, en Montañita, (Santa Elena), conoció a quien sería el padre de su hijo, el ecuatoriano Andrés B.

Arianaïs A. cuenta que su hijo nació en Francia y con su expareja mantenía contacto a través de videollamadas, correos, fotografías y visitas regulares en Ecuador.

Actualmente, Arianaïs permanece en Guayaquil acompañada de su madre, Dominiquie A., en espera de que la situación de Gaspard se solucione para retornar tranquila a París.

Tres jueces abordaron caso por recuperación y tenencia
Carla Morales, vocera de la Organización de Derechos Humanos Human Rights For All, entidad que respalda a la francesa Arianaïs A., explicó que al desconocer el paradero del niño, la madre presentó una demanda de recuperación. Ese proceso recayó en la jueza Mercy Muguerza.

Sin embargo, el 9 de marzo Andrés B., padre del menor, presentó una solicitud de tenencia ante la Unidad Judicial Especializada en Familia, Mujer y Niñez de Guayaquil, que se calificó dos días después.

El progenitor también pidió la prohibición de salida del país del niño y el 12 de marzo, una medida de protección ante el juez José Chiriboga.

Paralelamente, la jueza Muguerza, que llevaba el proceso de la recuperación del niño, dispuso el apremio del padre y la prohibición de salida del país de Gaspard y de sus abuelos paternos.

Esa orden, sin embargo, fue revocada. Según Morales, se debió a que dos días antes, el 20 de marzo, el juez Chiriboga les otorgó a los abuelos paternos la custodia temporal del niño.

Hasta el 2 de abril duró el amparo entregado a los abuelos. La francesa se quejó de la decisión del juez Chiriboga, quien fue destituido por el Consejo de la Judicatura. La jueza Marien Segura, quien reemplazó a Chiriboga, dispuso la entrega de Gaspard a su madre. (I)