Una segunda protesta contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el gigantesco desvío de fondos descubierto en Petrobras se anuncia para hoy en rechazo a la corrupción.

Los organizadores esperan convocar a más de un millón de personas en más de 400 ciudades de Brasil. La primera protesta del 15 de marzo pasado reunió a más de 1,7 millones de manifestantes, según la policía, aunque las cifras de Sao Paulo fueron cuestionadas por la encuestadora Datafolha.

“El principal objetivo es obtener la destitución de Rousseff, o su renuncia”, dijo el politólogo Fabio Ostermann, uno de los líderes del Movimiento Brasil Libre (MBL) que organiza las protestas.

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El socialdemócrata Aecio Neves, que perdió el balotaje de octubre contra Rousseff por apenas tres puntos, volvió a apoyar las manifestaciones. El 15 de marzo no desfiló, pero ahora estudia hacerlo.

“Este domingo (hoy) nuevamente los brasileños van a las calles. Van a decir que no aguantan más tanta mentira, la inflación fuera de control, el desempleo aumentando y un gobierno que no gobierna más”, expresó Neves en un video publicado en Facebook.

El viernes la policía federal arrestó a tres excongresistas sospechosos de estar involucrados en el caso Petrobras. Son los primeros políticos en ser arrestados por el escándalo. (I)