Los conductores de autobuses urbanos de la capital panameña suspendieron ayer la huelga por demandas laborales que iniciaron horas antes y que dejó sin transporte a decenas de miles de personas, a cuatro días de la celebración de la Cumbre de las Américas.

“Sindicato levanta paro”, escribió el secretario de Comunicación del Estado, Manuel Domínguez, en Twitter, tras suscribir un acuerdo con los manifestantes.

El gobierno se comprometió a liberar a los detenidos en las protestas y a reunirse con los sindicatos, la defensoría del pueblo y un delegado de la comisión de transporte del Congreso para “ver los avances de la compra de acciones de la compañía Mi Bus (que maneja el servicio de transporte por autobús en la capital)”.

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El reclamo de los trabajadores se origina en una negociación en marcha entre el gobierno panameño y Mi Bus, de capital mayoritariamente colombiano, para rescindir el contrato debido a deficiencias en el servicio.

El gobierno había acordado con los dirigentes a indemnizar con 12 millones de dólares a los 4.776 trabajadores, una vez que se concretara la transacción comercial, pero los huelguistas manifestaban que había un acuerdo secreto y exigían la paga inmediata. (I)