Para quienes habitan en las calles 23 y Huancavilca resultó asombroso que Nick, el perro mestizo de la familia víctima de la tragedia, haya sobrevivido a la explosión sin ningún rasguño físico.

Victoria Valdiviezo recordó que luego de las tareas de rescate, un miembro del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil llevó a su casa a Nick y ella lo recibió con la esperanza de que algún familiar directo del dueño acudiera a retirarlo.

Pero no ocurrió y desde entonces permanece encerrado en el baño de su vivienda, por lo que espera que alguna institución protectora de animales le dé albergue.

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Belén García, quien habita en la misma vivienda, manifestó que a raíz del estallido, Nick no quiere comer y suele portarse agresivo. Ella teme que el fuerte ruido haya afectado su estado emocional y auditivo. (I)