Cristianos de todo el mundo se reunieron este viernes en la ciudad vieja de Jerusalén para conmemorar el Viernes Santo y recorrer el camino que según la tradición siguió Jesucristo hacia su crucifixión.

En la tradicional procesión de Vía Crucis, los peregrinos recordaron y compartieron el sufrimiento de Jesús. Muchos de los participantes portaron cruces de madera por la Vía Dolorosa, algunas de ellas de gran tamaño, y entonaron cánticos religiosos en numerosas lenguas. Otros llevaban coronas de espinas o iban ataviados con viejos mantos.

La procesión finalizó en la iglesia del Santo Sepulcro, el lugar donde según la tradición fue crucificado Jesús.

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Las celebraciones comenzaron por la mañana en ese mismo lugar. El patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, celebró allí junto a los creyentes la liturgia católica de la pasión de Jesús. El domingo se conmemorará en Jerusalén la resurrección de Jesucristo.

La Semana Santa coincide además este año con la Pascua judía de la Pésaj. Los cristianos ortodoxos, la segunda comunidad cristiana de Israel, celebra la Pascua la próxima semana.

El Ministerio de Turismo espera la llegada de 130.000 visitantes coincidiendo con las celebraciones cristiana y judía. Según la radio israelí, las fuerzas de seguridad elevaron el nivel de alerta. (I)