El dinamismo del sector no petrolero es el que más aportó para alcanzar el nivel de crecimiento del 3,8% que registró la economía en el 2014, mientras que por actividades económicas, las que más contribuyeron fueron la administración pública, petróleo y minas y comercio, de acuerdo con el Banco Central del Ecuador (BCE).

Su gerente, Mateo Villalba, explicó que el año pasado el valor agregado no petrolero creció en el 4,3%, lo que significó un aporte del 3,71% al crecimiento total, mientras que el sector petrolero tuvo un aporte negativo de -0,29 puntos porcentuales, pues los altos precios del barril de crudo registrados en la mayor parte del 2014 no fueron suficientes para contribuir de forma determinante en el crecimiento. Eso se explica, especialmente, por la paralización programada de la refinería de Esmeraldas para su repotenciación, según Villalba.

Debido a esta circunstancia Ecuador dejó de producir y exportar derivados, lo cual generó un fuerte impacto.

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“Si no se hubiera dado esta para (suspensión) de la refinería, la economía habría crecido más del 4%”, expresó.

Por actividades económicas las que más aportaron fueron la administración pública y defensa con 0,53%, petróleo y minas con el 0,46%, comercio con el 0,44%.

Villalba también destacó el desempeño de la actividad de manufactura, “uno de los sectores que más encadenamientos y valor agregado genera”.

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Además, sobresalió la actividad de alojamiento y servicios de comida, impulsada por el sector turístico.

Las fuerzas que determinaron estas conductas fueron los comportamientos de las inversiones tanto pública como privada, y el consumo de los hogares.

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Diego Martínez, presidente de la Junta de Regulación Monetaria, comentó que desde el 2010 el ritmo de crecimiento de la inversión ha tenido un promedio anual del 9,9%, “que es la garantía para el país de que la economía va a seguir creciendo en el futuro”. (I)