Con un concierto de la Sydney Symphony Orchestra comenzó ayer en Australia la novena edición de la Hora del Planeta, una acción destinada a concienciar sobre la importancia de actuar para frenar el cambio climático y en la que se apagan las luces durante una hora en miles de ciudades de todo el mundo.

El objetivo es que millones de personas prescindan de todo consumo eléctrico durante una hora en los diferentes husos horarios, llamando así la atención sobre la importancia de proteger el medio ambiente, informó la organización por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés).

La Hora del Planeta se inició desde las 20:30 de ayer. Los primeros en apagar las luces de sus casas fueron los habitantes de la isla de Samoa, en el Pacífico.

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También se oscureció el Cristo Redentor de Río de Janeiro, la Acrópolis de Atenas, el castillo de Edimburgo, el Big Ben de Londres y el Times Square en Nueva York.

París apagó sus monumentos más emblemáticos, desde la Torre Eiffel hasta la catedral de Notre-Dame. Aunque por razones de seguridad, la Torre Eiffel se quedó a oscuras solo cinco minutos. En la capital francesa la campaña adquirió una resonancia particular, porque se celebra nueve meses antes de la Conferencia de las Partes (COP21).

La organización WWF, impulsora de esta iniciativa que empezó en el 2007 en Sidney y se extendió a varios países, esperaba batir este año un récord de participación. Más de 7.000 ciudades de 172 países se habían comprometido a sumarse a esta acción.

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Los organizadores indicaron que en la iniciativa participan las naciones más vulnerables al calentamiento global como Filipinas, Maldivas o Madagascar, así como los principales contaminantes como Brasil, Estados Unidos y China.

El año pasado nueve millones de personas en 162 países participaron en esta iniciativa, según la WWF.(I)