Respeto a la palabra y al concurso que siguió todas las formalidades y que fue promocionado públicamente y avalado por las autoridades. Es lo que piden ciudadanos que participaron en la elección del nombre Parque Central Huancavilca para el área verde que se ejecuta en el terreno donde se derrocó el edificio del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), conocido como la Licuadora.

Estas opiniones se dieron una vez que el presidente Rafael Correa afirmara que no le gustaba el nombre y que se vea la forma de cambiarlo.

El nombre, propuesto por el publicista guayaquileño José Casal, fue escogido como resultado de un concurso que impulsó en su sitio web la Empresa Pública de Parques y Espacios Públicos, en octubre pasado.

Publicidad

Casal, de 43 años, asegura que esta posibilidad de cambio es también una forma de irrespeto para todos los que participaron voluntariamente en el proceso de selección.

“A mí me parece una burla, porque una empresa pública, que llama a un concurso público que, básicamente es popular, para que se manifieste el pueblo, y que de un momento a otro lo quieran cambiar. Eso me da a pensar que en las personas que están al frente no hay seriedad en el asunto”, expresa Casal.

“Cómo me voy a sentir en un parque que yo gané, que le puse el nombre, que de pronto le cambien el nombre. Realmente no tendría ni ganas de ir”, afirmó el proponente ganador.

Publicidad

El presidente de la Cámara de la Construcción, Enrique Pita, al ser consultado sobre la validez de los concursos, refirió que el resultado es fruto de una decisión ciudadana y debe respetárselo.

Enrique Rivera, licenciado en Turismo, de 42 años, también se siente descontento. “Si se hizo una encuesta para elegir el nombre, debe respetarse la decisión”. Agrega que igual inconveniente surgió con las denominaciones para el aeropuerto de Quito.

Publicidad

Para Marco Sosa, arquitecto y Máster Design, en temas de diseño urbano hay que escuchar las necesidades y respetar la identidad colectiva. “Cambiarle el nombre sería desarraigarlo de esa identidad. Inclusive la cosa más pequeña como el nombre puede hacer que las personas que lo usen lo cuiden más, porque se sienten parte de él”, menciona.

Otras personas también creen factible que la designación de estos nombres se den a partir de actividades que impulsen el turismo y el civismo.

Ante una consulta de EL UNIVERSO sobre la posibilidad de cambio, la Empresa de Parques y Espacios respondió: “Nos pronunciaremos al respecto en los próximos días”. (I)

Si la ciudadanía se pronunció, independiente de que ese nombre no sea del agrado de alguna u otra persona, para eso son los concursos, hay que respetarlos”.Enrique Pita, Pdte. Cámara de la Construcción.