Las antenas de las operadoras de telefonía celular que están cerca de la antigua penitenciaria del Litoral serán retiradas para evitar que los reclusos del nuevo Centro de Rehabilitación Guayas accedan a llamadas telefónicas, dijo ayer el ministro del Interior, José Serrano.

Esto luego de descubrir, durante el operativo Eslabón XXIII, que se desarrolló la madrugada de ayer en Cuenca, que una supuesta banda dedicada a la venta de drogas, que estaba liderada por un expolicía, se comunicaba con uno de los privados de la libertad para acordar la venta del alcaloide.

Serrano explicó que el nuevo centro de rehabilitación cuenta con inhibidores de llamadas telefónicas, pero reconoció que hay una debilidad tecnológica que impide controlar por completo este tipo de llamadas y que estaría relacionada con la existencia de estas antenas.

Publicidad

“Los equipos técnicos de criminalística han logrado detectar que, por ejemplo, en las esquinas de algunas celdas se conecta la antena del celular a algún metal y se obtiene señal”, explicó el funcionario.

El martes pasado se incautaron 31 teléfonos inteligentes que estaban camuflados en maderas que iban a ingresar a este centro de rehabilitación. Incluso los equipos llevaban los nombres de los privados de la libertad que debían recibirlos.

Ayer también la Policía Nacional ejecutó el operativo Eslabón XXIV en el que se detuvo a una banda liderada por alias Satanás, considerado como uno de los delincuentes más peligrosos de El Oro y que estaría relacionado con el delito de sicariato. En total, las dos operaciones antidelincuenciales dejaron 21 personas detenidas, cinco de ellas mujeres. (I)