Los gremios de obreros suman hoy su cuarta movilización nacional en menos de un año contra las políticas laborales del Gobierno sin que las anteriores hayan tenido el efecto del diálogo que esperaban.

En el 2014 hubo tres jornadas de protestas: la primera, en julio; la segunda, en septiembre; y la tercera, en noviembre. A estas se sumaron representantes de otros sectores sociales.

La de hoy, que se replicará en varias ciudades del país, será la primera del 2015, al que los grupo sociales han denominado como “Año de la Resistencia”.

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En las del año pasado se pidieron, entre otras cosas, la aprobación de un nuevo Código de Trabajo que recoja las propuestas sindicales; que no se realicen explotaciones mineras; que se elimine el Decreto 16, que regula a las organizaciones sociales, y que se desista de enmendar la Constitución en lo que concierne a la reelección indefinida y los trabajadores.

Ninguna de estas demandas ha tenido acogida en el régimen; y de hecho, el presidente Rafael Correa aclaró ayer, durante una reunión con decenas de recicladores de basura, que no están en contra de la libre organización ni de los trabajadores, sino de los “abusos” de algunos sindicatos.

El líder del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Édgar Sarango, reconoció que las movilizaciones anteriores no lograron concretar acuerdos y que probablemente la de hoy tampoco lo haga; y, al contrario, “estamos logrando un acumulado de descontento nacional”, dijo.

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“No mejoran las relaciones, pero esperamos algún día alcanzar ese sueño (...). Lo que se trata es de deponer actitudes”, expresó el sindicalista.

La secretaria de Gestión Política, Viviana Bonilla, afirma que la apertura con esos grupos “ya existe en numerosos sentidos”, pues han participado en debates sobre las leyes de Aguas y de Tierras, el Decreto 16, las enmiendas.

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“Necesitamos de una voluntad de diálogo, y no de la imposición de dichos colectivos, que nos permita sentarnos a trabajar de manera conjunta alrededor de propuestas sensatas, y no de posturas radicales”, señaló la funcionaria. (I)

40
Mil personas esperan reunir en concentración de hoy

Políticos
asistencia

No asistirá
Guillermo Lasso, líder de CREO, aclaró ayer en un comunicado que no se adherirá a la marcha obrera. Solo “expresé mi apoyo anímico”, dijo.

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Rechazo a ‘divisionismo’
Lucio Gutiérrez, de SP, rechazó ayer en una misiva el ‘divisionismo de ciertos dirigentes’, pero continuarán “impulsando la unidad”.