Se promocionan en banners, volantes, en las vitrinas principales de los almacenes de electrodomésticos o en secciones especiales, en las que la oferta incluye ollas de regalo y cursos para aprender a cocinar con el nuevo sistema. La promoción de cocinas de inducción se multiplicó desde inicios de año impulsada por un programa gubernamental que incluye financiamiento, lo que permite pagarlas en la planilla de luz en cuotas de 24 a 72 meses (6 años). Y también luego de que la Asamblea aprobó en enero pasado un gravamen del 100 % de Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) por cada cocina de gas que se venda.

Las de inducción se ofrecen desde $ 169, la encimera de dos inductores (hornillas), hasta $ 680 la de cuatro con horno. El precio final varía según el tiempo de la deuda.

EL UNIVERSO constató en 24 locales en el centro, suroeste y norte de Guayaquil una mayor promoción del nuevo sistema y la poca demanda que aún tiene, así como una inestable venta de las cocinas de gas.

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En el primer caso, por falta de dinero para comprarla, porque los usuarios quieren esperar el nuevo precio del cilindro de gas o temen un incremento en sus planillas, a pesar del subsidio mensual de 80 kW/h que ofrece el Gobierno hasta el 2018 a quien la adquiera. En el segundo, porque el valor de las cocinas de gas se duplicó por el gravamen del 100 % del ICE y se dejaron de producir; se vende lo que hay en stock, algunas con el nuevo ICE y otras con el precio anterior.

El Plan Maestro de Electrificación 2013-2022 proyecta en el 2015 el cambio de cocinas de inducción en 350 mil hogares, para el 2016 en 1’400.000 y para el 2017 en 3’500.000. El Gobierno anunció que desde abril entregará a los beneficiarios del bono 500 mil cocinas de inducción chinas, con ollas e instalación interna gratuita, a cambio de las de gas.

“No dependeremos de la voluntad de los fabricantes nacionales que en estos meses nos fallaron. Como tienen cocinas de gas en inventario, ponen primerito las de gas y atrás las de inducción”, dijo el presidente de la República, Rafael Correa, en su enlace sabatino Nº 403, y anunció, además, que en las zonas rurales donde aún no llega el servicio de energía se mantendría el subsidio al gas, sin explicar cómo se aplicaría.

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En localidades como Puerto Cayo y Puerto López, en la costa de Manabí, donde aún no se comercializan las de inducción, sus pobladores tienen resistencia a comprarlas debido a las deficiencias del servicio. Leoncio Chóez, dedicado a las labores de pesca, cuenta que todas las noches la luz baja su intensidad por dos o tres horas y deben desconectar los artefactos por miedo a que se dañen.

Aunque en estos meses las de inducción acaparan las vitrinas, la venta no es masiva. “De inducción no estamos en el boom del movimiento”, dice la encargada de Almacenes Japón en un mall del norte de Guayaquil, donde han vendido dos con horno y cuatro encimeras desde el 2014. Las que tuvieron demanda fueron las de gas antes del impuesto, y se siguen vendiendo entre 10 y 15 al mes.

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En un local de Kiwi, en el norte de Guayaquil, la venta tampoco es buena. Un empleado dice que en enero despacharon tres y en una sucursal de Quito, 21.

Entre enero y febrero pasados se vendieron al menos 75 cocinas de inducción en seis locales de Guayaquil que dieron referencia de estas ventas.

En La Ganga se han vendido más. Solo en enero comercializó 50 de estas cocinas y en su local de Ventanas, en Los Ríos, manda a sus empleados puerta a puerta para promocionarlas.

En Baba (Los Ríos) ya hay quienes tienen una de estas cocinas como Grace Anchundia, quien aún no la usa porque, dice, no le entregaron las ollas: “Cuando me vinieron a ofrecer me decían que venía con las ollas, luego ya cuando me la trajeron solo me vino la cocina”. Lo mismo sucede en Manabí, donde el pasado 7 de marzo hubo un corte anunciado de 06:00 a 09:00 en Manta y Montecristi. Las autoridades de CNEL Manabí informaron que fue por mantenimiento. (I)

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680 dólares
Ese es el precio promedio de una cocina de inducción de cuatro hornillas y horno en el plan del Gobierno.