Desde ayer, maquinaria de la Prefectura del Guayas y de las camaroneras de la parroquia Taura, de Naranjal, participaron en la reconstrucción del muro carrozable que cedió ante el desborde del río Bulubulu por las fuertes lluvias registradas el martes pasado.

Según la Prefectura, la fragmentación del muro, en tres partes, incomunica a los pobladores de los recintos Caimital, Libertad, Montañita y El Garzal. “En este sector la correntada fue tan fuerte que rompió el muro en tres partes, lo que haremos es meter piedras de escollera para tapar el primer tramo y continuar con los siguientes”, dijo Jimmy García, director de Obras Públicas de la Corporación Provincial.

El desborde del río también afectó a unas 50 viviendas ubicadas en los linderos del puente Payo, que está en la jurisdicción del cantón Yaguachi.

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Édison Pita, presidente de la Asociación de Cangrejeros de Taura, manifestó que las aguas “ya están calmadas” y que poco a poco ha ido bajando la creciente del río, pero que para ir a trabajar tuvieron dificultades para trasladarse.

El dirigente acotó que tuvieron que caminar cerca de 10 kilómetros porque no se pudo cruzar en vehículo hasta el lugar donde realizan la captura de cangrejos, que entrará en veda a partir del 1 de marzo.

James Viafara, camaronero de la zona, indicó que las maquinarias rellenaron los huecos la tarde de ayer para que a partir de hoy se pueda circular con normalidad por la zona afectada.

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Para evitar que la palizada y el sedimento obstruyan la fluidez de esta cuenca hídrica, la Dirección de Obras Públicas de la Prefectura realizó desde el miércoles labores de limpieza en la sección cercana al baipás del puente.

“En este sector se formó una palizada que fue atendida a través de un trabajo coordinado con el Municipio de Yaguachi. Nosotros ingresamos la maquinaria necesaria para realizar las labores de limpieza y desazolve en el sector del puente Payo”, manifestó García.

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Los moradores del recinto La Mélida y Barrio Lindo 2 recibieron atención médica, para evitar enfermedades. (I)