Un grupo armado que no fue identificado raptó esta semana en Sudán del Sur a 89 adolescentes en el norte del país, informó ayer Unicef.

Según la agencia de la ONU, especializada en la infancia, el masivo secuestro se produjo a principios de esta semana en la localidad de Wau Shilluk.

Cerca de “89 niños fueron secuestrados”, dijo Unicef en un comunicado, en el que agregó que la cifra podría ser mayor. El organismo indicó que testigos del rapto señalaron que combatientes de un grupo armado que no fue identificado rodearon la comunidad y fueron casa por casa sacando a los niños mayores de 12 años.

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“El reclutamiento y el uso de niños en grupos armados destruye familias y comunidades”, dijo Jonathan Veitch, director de Unicef en Sudán del Sur.

Según el organismo, al menos 12.000 niños son utilizados como combatientes en ambos bandos que luchan en la cruenta guerra civil que azota al país desde fines del 2013.

“Los niños están expuestos a un nivel inusitado de violencia, pierden a sus familias y pierden la oportunidad de ir al colegio”, agregó el funcionario de las Naciones Unidas.

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“A pesar de las promesas lanzadas por las fuerzas del gobierno y de la oposición, ambos bandos siguen reclutando y utilizando a niños soldados en combate”, advirtió el director para África de la organización Human Rights Watch (HRW), Daniel Bekele, quien acusó al Ejército de Sudán del Sur de reclutar a niños cerca del recinto de la ONU en Malakal, al noreste del país.

Las fuerzas rebeldes también han utilizado a niños tanto en operaciones de combate como en tareas logísticas y de reabastecimiento, aseguró HRW.

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“Un chico de 16 años de Bentiu (norte del país) describió su terror cuando, apenas un día después de ser reclutado junto con decenas de jóvenes en diciembre del 2013, uno de los comandantes rebeldes le dio un arma y lo obligó a luchar”, señaló.

HRW exigió al presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y a Riek Machar, exvicepresidente y líder de los rebeldes, que emitan órdenes claras para detener el reclutamiento de menores y ayudar a la ONU a reinsertarlos. (I)