Dos hombres fueron imputados este lunes en Copenhague por complicidad con el autor de los atentados que dejaron dos muertos este fin de semana y que hicieron resurgir los temores de violencia islamista y antisemita en Europa.

Un juez imputó a los dos sospechosos, detenidos el domingo, por haber ayudado al presunto asesino a esconder un arma y a conseguir un escondite. Su identidad no ha sido comunicada, pero ambos serían de origen extranjero, según el diario local Ekstra Blader.

Por su parte, el presunto autor de los atentados, abatido por la policía el domingo y al que los medios de comunicación identificaron como Omar el Hussein, habría nacido en Dinamarca.

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Lo ocurrido en la capital danesa tuvo una repercusión particular en Francia, donde unos atentados islamistas dejaron 17 muertos en enero. El diario Le Figaro titulaba este lunes: "Europa frente al contagio islamista".

El primer ministro francés, Manuel Valls, tildó de "islamofascismo" la amenaza que pesa sobre Europa.

"Para combatir ese islamofascismo, porque así hay que llamarlo, la unidad debe ser nuestra fuerza. No hay que ceder ni al miedo ni a la división", dijo el primer ministro en declaraciones a la radio RTL.

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A la emoción suscitada por los acontecimientos de Copenhague, se sumó el domingo la indignación por un acto antisemita en el este de Francia. Cientos de tumbas fueron profanadas en el cementerio judío de Sarre-Union, un acto que Valls calificó de "odioso".

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a cuestionar la capacidad de las democracias europeas para proteger a los judíos, tras los atentados de Dinamarca. Llamó a los judíos de Europa a emigrar masivamente hacia Israel, que, según él, los "espera con los brazos abiertos".

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Las declaraciones de Netanyahu, enfrascado en su campaña electoral, provocaron una viva reacción del presidente francés, François Hollande, que lamentó que "palabras pronunciadas en Israel dejen pensar que los judíos ya no tendrían su lugar en Europa y en Francia".

El presunto asesino, de 22 años, fue abatido el domingo sobre las 04:00 GMT (23:00 del sábado en Ecuador) por policías que respondieron a sus disparos en el barrio popular de Nørrebro.

Sobre las 15:00 GMT del sábado (10:00 de Ecuador), disparó decenas de veces con una pistola ametralladora contra un centro cultural donde se celebraba un debate sobre el islam y la libertad de expresión, matando a Finn Nørgaard, un cineasta de 55 años.

Entre los asistentes, se encontraba el caricaturista sueco Lars Vilks, que ha recibido numerosas amenazas desde 2007, a raíz de la publicación de uno de sus dibujos que mostraba al profeta Mahoma con un cuerpo de perro.

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Asaltante logró huir

El asaltante consiguió huir en coche tras su ataque, en el que tres policías resultaron heridos.

Hacia las 23:00 GMT (18:00 de Ecuador), abrió fuego ante la gran sinagoga de Copenhague y mató a Dan Uzan, un judío de 37 años, que montaba guardia ante el edificio donde se celebraba un Bar Mitzvah (confirmación judía). Sus disparos hirieron a otros dos policías.

La policía tenía fichado a este individuo por actos de delincuencia y, según la prensa, salió hace dos semanas de la cárcel, donde cumplía condena por haber agredido a un hombre de 19 años en la estación de Copenhague, sin motivo aparente.

Los servicios de Inteligencia indicaron que trabajan "sobre una hipótesis según la cual esta persona pudo inspirarse en los acontecimientos ocurridos en (la sede de la revista satírica) Charlie Hebdo en París".

El 7 de enero, dos yihadistas franceses asaltaron el edificio del semanario causando 12 muertos. Dos días después, un hombre vinculado a ellos secuestró a varias personas en un supermercado kósher de la capital francesa, matando a cuatro judíos. El mismo individuo había matado a una policía, un día antes. Los tres asesinos fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.