El dirigente campesino Javier Ramírez salió de prisión ayer, luego de que el presidente del Tribunal de Garantías Penales de Imbabura, Leonardo Narváez, ordenara su libertad. Fue acusado en abril del 2014 de sabotaje y terrorismo por los hechos suscitados en la zona minera de Íntag, en Cotacachi.

El juez declaró culpable a Ramírez por el presunto delito de rebelión y lo condenó a diez meses de prisión, pena que la cumplió ayer y por ello ordenó su libertad en una audiencia de dos horas en la Corte Provincial de Justicia de Imbabura. Allí se explicó que el acusado habría agredido a un técnico minero que llegó a Íntag en una camioneta de la Empresa Nacional Minera para tomar muestras y realizar proyectos de dicha actividad.

Unos 300 comuneros y dirigentes políticos e indígenas acompañaron a los familiares de Ramírez, quien fue recibido con aplausos, abrazos y llantos de emoción; lo cargaron en hombros y le hicieron un baño de purificación. “Continuaremos la lucha e impugnaremos la sentencia, porque yo soy inocente”, dijo. (I)