El líder de los rebeldes chiíes que controlan Yemen advirtió ayer a sus enemigos que no interfieran con su movimiento, en momentos en que el gobierno estadounidense anunció que cerraba su embajada.

“No aceptaremos presiones. No sirven para nada”, afirmó Abdelmalek al Huti, que encabeza el movimiento rebelde hutí, vinculado con Irán, que se adueñó del poder de esta nación empobrecida la semana pasada, en un discurso transmitido por la red de los rebeldes Al Masirah TV.

Asimismo, alertó de que “quien apuesta por perjudicar la economía o la seguridad de este pueblo (yemení) verá cómo sus intereses están en peligro”. Entre los países con intereses en Yemen, el líder del movimiento chií citó a las monarquías del golfo Pérsico, a Estados Unidos, a Francia y al Reino Unido.

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Mientras que la Organización de las Naciones Unidas ha llamado a restablecer a las autoridades legítimas.(I)