El nacimiento de un bebé trae consigo nuevas experiencias y retos. Para Alexandra Váscones Pita, de 27 años, la llegada de su sobrina significó no solo un momento importante para su familia, sino también el inicio de un emprendimiento.

A su regreso de España, donde cursó una maestría en Dirección de Arte y Estrategia de Comunicación, su hermana le pidió ayuda para ambientar la habitación de su hija.

La idea, cuenta Váscones, era hacer unos cuadros decorativos. El trabajo gustó y al subir las fotografías en su cuenta de Instagram, muchas personas preguntaron sobre este detalle, que generó expectativa por su originalidad.

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“Un día alguien me hace un repost de un trabajo que hice y de la noche a la mañana tenía un montón de seguidores nuevos en mi cuenta personal, ahí decidí empezar mi marca”, sostiene.

Así fue como hace dos años nació Dressing Walls, un negocio que se destaca, afirma su fundadora, por perennizar historias de amor, fechas especiales e imágenes memorables para vestir de amor las paredes del hogar.

Los cuadros colgantes que elabora Váscones, graduada de Gestión de Diseño y Comunicación Visual en la Universidad Santa María, son personalizados. Cada retrato cuenta una historia diferente.

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Hay frases de reflexión, ilustraciones de personajes, fotografías, poemas, fechas de aniversario, nacimientos, apodos. “Queremos vestir tus paredes con amor, porque los mensajes son cosas que quieres decir, es como escribir una carta, es lo que quieres decirle a otra persona”, explica.

Cada diseño tarda alrededor de una hora. Según el requerimiento de los clientes se define el contenido del cuadro. Luego que aprueban la tipografía, ilustración y diseño se procede a hacer la impresión láser en papel ecológico y se enmarca el lienzo en cuadro de color blanco o negro.

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La mayoría de sus clientes son mujeres y justamente el Día de San Valentín es una de las fechas, después de Navidad y del Día del Padre y de la Madre, los que registran mayor número de pedidos.

Uno de los diseños que más recuerda Váscones fue un poema que dedicó una mujer oriunda de Macas a su esposo que quedó parapléjico.

“Para poder hacerlo, ella me contó toda su historia, todo lo que sucedió en su vida, ella le decía todo lo que sentía por él y me di cuenta que es algo más que un diseño bonito para tu pared. Hay una historia detrás de cada diseño o frase que se arma”, agrega.

Los cuadros vienen en medidas de A4, mitad de A4, 15 x 15 cm (ediciones promocionales). Aquellos que solo tienen tipografía tienen un costo de $30 y $ 25, con fotos $ 50 y $40; $ 20 los pequeños.

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Desde la apertura de Dresssing Wall, Váscones cuenta que ha creado alrededor de 400 cuadros. Sus diseños, dice, solo se venden a través de las redes sociales. (I)

Pedidos
Por lo general, cada diseño se trabaja con una semana de anticipación, según su complejidad. Actualmente, pide tres días para desarrollar cada ilustración.

Redes sociales
Se la puede encontrar en Instagram y Facebook como Dressing Walls.