Un ejército de rescatistas y vecinos buscaron sobrevivientes durante la noche del jueves entre la montaña de escombros en que quedó convertido el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa tras una explosión.

“Fueron valientes los bebés, siento que no les tocaba”, dijo René Soto, un vecino que se despertó la mañana del jueves con la explosión.

Soto junto con familiares removieron pedazos de cemento y cenizas para encontrar a los pequeños, algunos con apenas horas de vida.

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Una enfermera, que logró saltar entre los escombros, les pidió auxilio desde la zona de cuneros. “Estaba todo destrozado, la losa se vino abajo sobre los pequeños que cayeron al piso, unos estaban ahí tirados sin ropita, con su cordoncito en el ombligo todavía, algunos en incubadoras, los sacamos como pudimos”, recordó Soto.

Una fuga de gas en la manguera de un tanque cisterna que descargaba muy temprano a la maternidad provocó la explosión, haciendo que el 80% del edificio se desplomara.

Dos niños y una enfermera murieron, mientras que 39 personas permanecen hospitalizadas, entre ellas trece son bebés y nueve se encuentran en estado grave, algunos con quemaduras de tercer grado en el 80% del cuerpo. (I)