Desde un helicóptero, el canal artificial principal parece un camino infinito que se va abriendo paso en medio de extensas áreas reverdecidas por el invierno. Las primeras lluvias han llenado sus cavidades y en varios tramos parece como si estuviera ya operativo.

El canal, que recorre unos 50 km y pasa cerca de poblados agrícolas del norte de Guayas y Los Ríos, forma parte del proyecto de trasvase Daule-Vinces, que construye el Gobierno y registra un avance del 85%.

Cuando la obra esté culminada, en el tercer trimestre de este año, el canal principal recogerá las aguas del río Daule para dotar de riego a 170 mil hectáreas de 11 cantones, que en época de verano tienen dificultades para sembrar por falta del líquido.

Publicidad

El ‘corazón’ del proyecto está cerca al peaje del cantón Colimes, cerca de Balzar, donde se levanta la denominada obra de cierre, un gran dique con sistema de compuertas y obras de descarga.

Desde ese sector se desviará el río Daule para captar el agua para el canal. El caudal estimado será de 324 km³ por hora. Allí, los obreros de Odebrecht, la empresa constructora, casi han culminado las labores y se espera que termine el invierno para romper diques y desviar el nuevo cauce del río.

“Es el proyecto de regulación hídrica que en estos momentos es el más grande construido en el país”, afirma Carlos Bernal, gerente de la Empresa Pública del Agua. En este complejo, el Gobierno ha invertido 270 millones de dólares.

Publicidad

La infraestructura supondrá, según Bernal, la optimización de algunos costos, como por ejemplo, el uso de energía, pues no aplicará un sistema de bombeo, sino de gravedad.

Todo el proyecto incluye más de 120 estructuras, algunas de las cuales pasan por debajo de ríos. En seis puntos, el trasvase tiene compuertas inflables, únicas en el país, que se levantan para detener el líquido. Las estructuras, llamadas de derivación, están a la altura de Junquillo, Vernaza, Pula, Mastrantal, Río Nuevo y Puebloviejo.

Publicidad

Además del canal principal, la obra cuenta con 160 km de conductos, entre canales rectificados y canales naturales aprovechados de los cauces de los ríos Vinces, Pula, Vernaza y otros. “Se ha aprovechado la red hidrográfica existente para optimizar costos de obras”, sostiene Bernal.

Pero no solo el agua será utilizada para riego agrícola. La Empresa Pública del Agua indica que los cantones tendrán garantía para aprovechamiento de agua potable.

El proyecto, sin embargo, no tiene fines para el control de inundaciones. “Puede regular para mitigar ciertos sitios, de drenar ciertas aguas que puedan quedar acumuladas, pero no es proyecto de control de inundaciones por excelencia”, comenta Bernal.

Feliciano Molina, un agricultor que posee un pequeño lote en Santa Rosa de Vinces, que quedará cerca del nuevo canal, tiene la esperanza de que pueda aprovechar el agua y sembrar en verano. Cuenta que por falta de agua y “billete” no puede producir a plenitud en su lote. Y eso lo ha llevado, cuando ha contado con recursos, a alquilar un lote para cultivar en áreas productivas. Cuando no lo puede hacer, dice, debe salir a buscar trabajo en el desbroce de monte u otras labores. (I)

Publicidad