Hace cuatro años a José Jaramillo le amputaron las dos piernas por la diabetes que padece. Las mutilaciones siguieron en las extremidades superiores y perdió cuatro dedos de la mano derecha y tres de la izquierda.

Aquello y el depender de una silla de ruedas para movilizarse no le impidieron ejercer el oficio de zapatero, que aprendió de un tío paterno y que practica hace 30 de sus 51 años.

“Esto (oficio) significa mucho para mí, para sobrevivir eso es lo importante. Solo con esto es como me ayudo (económicamente)”, refiere el hombre, cuyo taller está adecuado en su casa, en la cooperativa Juan Montalvo, detrás del mercado municipal San Jacinto.

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Jaramillo también padece de insuficiencia renal, por ello se hace diálisis tres veces por semana en el hospital Luis Vernaza. Los gastos de esta enfermedad los cubre el Gobierno.

Nancy Dávila, su esposa, le ayuda en trabajos manuales, como coser con agujeta. “Ella es mi maestra, yo le enseñé y ahora me ayuda”, comenta el hombre que atiende su taller de lunes a domingo de 07:00 a 19:00. Para contactos: 212-1370. (I)